Desde hace algunos meses, he querido escribir acerca de los beneficios del comercio electrónico para la exportación. Debido a esta pandemia, hoy más que nunca necesitamos adaptarnos y escalar para ser líderes de ventas. Por ello, comparto algunas ideas básicas para exportar, tomando al comercio electrónico como caballito de batalla.
El análisis de las tendencias me parece un buen punto de partida para cualquier negocio, es decir, observar casos como el surgimiento de las dark kitchen, el énfasis en la comida saludable sin aditivos, el crecimiento en el gusto por el café para pasar o moler, así como el uso de aceites esenciales, el home office y las infusiones de hierbas desconocidas. Todas son tendencias de consumo que influyen en el incremento de marcas en los mercados, ya que son de carácter global.
Si hablamos del comercio electrónico, esta vertiente cross border que hace que las tendencias ganen más prestancia al aprovecharlas para canalizar el flujo de productos hacia los consumidores, estén donde estén, también tiene su parte con innovaciones tecnológicas y tendencias en su uso. Así, podemos hallar casos como los marketplaces, pero con servicios integrados (plataforma de venta, pasarela de pago y servicio logístico de distribución).
El nuevo consumidor busca alternativas de consumo que se adecúen mejor con sus creencias. Se preocupa más por el medioambiente, el comercio justo y la economía circular.
También se registra un crecimiento de los servicios logísticos de exportación o comercio, que incluyen almacenaje por pie cúbico, venta, facturación y distribución en un territorio, que puede ser un país o un continente. En resumen, las tendencias van más allá que solo productos o servicios destinados al consumo.
El nuevo consumidor es una evolución del prosumidor. Es un consumidor que ahora se toma la molestia de buscar alternativas de consumo que se adecúen mejor a sus creencias. Es el non plus ultra, preocupado por el medioambiente, el comercio justo y la economía circular.
Este es el consumidor global al que pretendemos llegar con nuestros productos, porque no solo venderemos a nivel local, sino también transfronterizo y, por qué no, global. Disponer de una tienda virtual es el primer paso; vender en redes sociales es el complemento; acceder a marketplaces y llegar al mundo es la cereza del pastel. Por supuesto, siempre se deben considerar las características y formas de consumo de cada país, que incluso podrían llevar a la transformación completa de un producto para que este pueda encajar.
Para llegar más allá, necesitamos conocer las reglas de juego: los impuestos, las tarifas por producto, las prohibiciones, los requisitos del etiquetado y los ingredientes, y las certificaciones de origen, por citar algunas. Los vendedores necesitamos estar versados en comercio exterior y tener conocimiento de tratados de libre comercio (TLC). Es preciso conocer las rutas de distribución y venta, así como a los principales jugadores que pueden transformarse en nuestros aliados para la venta.
Hace poco hablábamos de los beneficios de la diferenciación de productos, más allá de marcas que resuenen en empaques biodegradables o compostables, con precios que incluyan la distribución. Ahora también se precisa que la experiencia de compra sea lo menos complicada posible para el consumidor, con data actualizada de cada etapa del proceso, videos explicativos de los beneficios y usos complementarios, con blogs y medios sociales que encandilen a los consumidores de la espectacularidad.
Tomemos conciencia de que, ahora, nos hemos convertido en vendedores de experiencias que nunca terminan. Y tú, ¿estás pensando en entrar al comercio virtual? Déjanos tu opinión.
El nuevo consumidor busca alternativas de consumo que se adecúen mejor con sus creencias. Se preocupa más por el medioambiente, el comercio justo y la economía circular.
Director de Perú Content Lab. Autor del libro: “El comercio electrónico en Perú: Una guía para emprendedores”. Ha trabajado como Marketing & E-commerce Business Coach en Intracen (ONU), en Consultoría en Comunicaciones en DISERTPA, ex coordinador de publicaciones en la Cámara de Comercio de Lima, y para Consultoras de PR. Ex director de la revista OFFSide. Máster en Marketing Digital y Comercio Electrónico por la Universidad de Barcelona, España. Comunicador (UL).
La pandemia ha generado un escenario económico global con tintes de crisis que ha llevado a las marcas a idear nuevas estrategias de marketing para segmentar mejor a su público y potenciar sus ventas.
La Ley 31601 permite a las personas ser atendidas por una persona o un bot, según decisión de cada usuario. Las empresas deben realizar todos los ajustes necesarios para implementar esta solución.
Daniel Chicoma, profesor de los Programas en Marketing de ESAN, analizó en El Peruano el panorama que afronta el comercio electrónico en el país luego de su crecimiento producto de la pandemia. También brindó recomendaciones para las empresas postpandemia.