El mercado de adquisiciones y fusiones en el Perú se resintió con el inicio de la crisis económica, producto de la pandemia de la COVID-19. Solo en julio de este año, PwC estimó que el número de transacciones disminuyó un 55 % frente al mismo mes del 2019. Las ventas disminuyeron y también las valorizaciones de las empresas, producto de la caída general del mercado. La caída de las ventas y el impacto de los costos fijos han reducido las utilidades de los negocios y comprometido su estabilidad.
La mayoría de las empresas han visto una reducción de su valor y el periodo para su recuperación aún se mantiene en el campo de la incertidumbre. Las empresas interesadas en adquirir a otras ahora preferirán desembolsar menos dinero del que estaban dispuestas antes de la pandemia. No obstante, los accionistas de las empresas en venta han sido reacios a disminuir los precios de las acciones, pese a la disminución de su valor real. Esta discrepancia es una de las razones para que disminuyeran los procesos de adquisición.
Lo mismo sucede con las fusiones, que son otra forma de adquisición. Su ejecución requiere acuerdos del valor de las empresas y de las acciones. Aun si este procedimiento ya hubiese avanzado un primer tramo y se estuviera a la espera de las autorizaciones para finiquitarlo, cualquiera de las partes podría invocar la cláusula de "efecto materialmente adverso", para desistir de la operación, ya que así lo permite una situación como la pandemia actual. ¿Qué factores permitirían mejorar este escenario?
La recuperación del mercado de fusiones y adquisiciones registrará un mayor dinamismo, conforme se conozca el nivel de partida de la economía y la tendencia que seguirá después de la pandemia. A la par que se recupera la actividad económica, también se registran los primeros síntomas de recuperación del mercado de adquisiciones.
Las adquisiciones buscarán oportunidades en rubros con posibilidades de crecer y consolidarse durante la pandemia, como los tecnológicos.
Existe un particular escenario de que la pandemia ha dejado a muchas empresas con falta de liquidez para cumplir sus obligaciones del servicio de deuda. Incluso, la caída de ingresos que experimentan no les permite cubrir sus costos operativos. Si estas empresas no están en una situación de estrés financiero, tal vez aliviadas por refinanciamientos, pronto estarán presionadas y posiblemente motivarán su venta.
Los sectores más perjudicados por la crisis económica registrarán más casos de estrés financiero, pero otros ―tal vez menos― se han beneficiado de la situación, pues la demanda ha girado a la demanda de ciertos productos y servicios. Entonces, las adquisiciones buscarán oportunidades de empresas con problemas de liquidez, con posibilidades de recuperarse y crecer, pero también buscarán a aquellas con posibilidades de consolidarse ante el nuevo panorama económico, como las tecnológicas. En este escenario de ganadores y perdedores, resulta propicia la siguiente cita:
"(...) las industrias ganadoras son aquellas que se verán beneficiadas a corto plazo, como consecuencia de convertirse en refugio de valor para inversores internacionales y locales. Estas industrias verán un aumento del interés de los inversores, generando más actividad de fusiones y adquisiciones en el corto plazo. Por otro lado, toda crisis genera oportunidades de fusiones y adquisiciones, y es por eso que tanto inversionistas estratégicos como financieros con disponibilidad de efectivo también buscarán la oportunidad de entrar en mercados o industrias golpeadas por la crisis, debido a valorizaciones potencialmente menores, y vendedores abiertos a evaluar asociaciones o ventas de sus compañías". (Deloitte, 2020)
Se registrarán adquisiciones y fusiones en sectores como el de venta de artículos de consumo y tecnología, pero por distintas razones. La crisis afectó la cadena de valor de la industria de consumo, sus ventas han disminuido y los negocios de este tipo afrontan problemas de liquidez por la reducción del mercado. Situación similar afecta a los rubros textilería, bienes raíces y turismo, entre otros, los cuales requerirán procesos de reestructuración interna y pensar en una fusión o venta para mantenerse viables.
Caso distinto es el de tecnología, que ha madurado en forma paulatina con un enfoque centrado en la reestructuración de procesos, para hacerlos más ágiles, y con la incorporación de nuevas formas de realizar las actividades más eficientes y de mayor calidad, lo que les ha permitido ampliar sus mercados. Estas empresas se beneficiaron en este periodo y, en adelante, se consolidarán. Y es que el mercado ha visto que sus productos y servicios son necesarios durante e, incluso, después de la pandemia.
Un sector que mostrará un dinamismo de adquisiciones y fusiones es el de salud. Debido a las nuevas exigencias de servicios y estándares de calidad, se verá en una dinámica de inversiones, un desarrollo de proyectos internos y procesos de adquisición. La pandemia ha mostrado la enorme debilidad de la infraestructura de salud y, por lo tanto, se necesitan inversiones de magnitud que podrían ser afrontadas mediante la participación de fondos de inversión de capital privado. ¿Qué otros sectores aportarán a la recuperación del mercado de fusiones y adquisiciones? Déjanos tu opinión.
En la siguiente entrega revisaremos los factores que acelerarán más la recuperación del mercado de fusiones y adquisiciones, así como las acciones que pueden tomarse desde los sectores público y privado.
Las adquisiciones buscarán oportunidades en rubros con posibilidades de crecer y consolidarse durante la pandemia, como los tecnológicos.
Ph. D. en Ciencias de la Administración por ESADE. Ha sido Viceministro de Transportes, Presidente de los Comités Especiales de Promoción de la Inversión Privada de Infraestructura y Servicios Públicos (CEPRIS).
El Balance General, o estado de situación financiera, muestra, a una fecha determinada, el nivel de inversiones realizadas por una empresa y la forma en que estas han sido financiadas.
La tasa interna de retorno (TIR) es un indicador fundamental para evaluar la rentabilidad de las inversiones realizadas por empresas o accionistas, ya que proporciona el porcentaje de ganancias o pérdidas que genera la inversión en relación con la cantidad invertida.
El valor actual neto permite evaluar las inversiones actuales o potenciales, ya que proporciona una estimación del valor agregado que una inversión puede generar.