"Lo que sentimos es una colonización de sus costumbres e ideas sobre las nuestras y de alguna manera trata de imponer su forma de vida".
Ángela Hernández, diputada colombiana
La frase citada se dio en un contexto donde la entonces ministra de educación colombiana, Gina Parody, estaba enfrascada en un intercambio de opiniones con la diputada Ángela Hernández a través de los medios de comunicación. La línea gubernamental defendía la inclusión de la polémica "ideología de género" en las llamadas cartillas de ambientes escolares libres de discriminación. En tanto, la diputada izaba la bandera de la reivindicación de padres de familia y movimientos religiosos que protestaban por lo que consideraban un atentado a sus valores religiosos fundamentales.
Esta disputa terminó con la renuncia de la ministra Parody, quien dejó su cargo después de haber sido una de las abanderadas de la campaña por el Sí en el Plebiscito por la Paz. Sin embargo, no fueron pocos los medios de prensa que se manifestaron en el sentido que la principal causa de su decisión fue la enorme presión ejercida por grupos civiles y religiosos en contra de su política de apoyo a la ideología de género.
En Chile, la polémica no es menor. Pese a que la misma presidenta Michelle Bachelet manifestó que apoyaría la inclusión de la ideología de género en el sistema educativo según los medios de ese país, grupos religiosos y ciudadanos en general han manifestado su rechazo a esa política, trasladándose también a las disputas en redes sociales.
Por su parte, nuestro país no es ajeno a este enfrentamiento. Hace poco el Ministerio de Educación se vio obligado a retirar de su página web un documento controversial llamado Guía de Educación Sexual Integral para Docentes del Nivel de Educación Primaria que fue publicado a fines del 2014 y que, según sus críticos, contiene los principios de la controversial ideología de género.
Nos encontramos frente a un proceso de globalización cultural como muchos pensadores contemporáneos manifiestan, pero existen valores muy arraigados en la sociedad latinoamericana -como la religión- que responden frente a lo que consideran un atentado a sus principios.
Si queremos hacer una simplificación de la ideología de género podemos manifestar que, según sus promotores, no se nace hombre o mujer sino que la identidad sexual es fruto de una "construcción cultural".
Esta ideología ha sido introducida en muchos países desarrollados y es auspiciada por organismos internacionales y un grupo de llamados intelectuales progresistas, quienes en sus argumentos a favor manifiestan que es importante preparar a la sociedad para ser tolerante y evitar la discriminación de género. Ellos manifiestan la importancia de prevenir hechos de violencia de género como el suicidio de un joven estudiante colombiano por una presunta discriminación en su colegio (por su condición de homosexual), que terminó en una decisión judicial que encontró culpable a los directivos del colegio.
Por otro lado, tenemos a los grupos más conservadores apoyados en colectivos religiosos, quienes manifiestan que la ideología de género atenta contra los valores fundamentales de la familia como núcleo social y causa confusión en los niños. Incluso, el Papa Francisco ha alertado sobre el peligro de la inclusión de estos valores calificándolas de colonización ideológica y de propuestas e ideas que surgen en Europa y llegan al otro lado del océano.
Los argumentos de las posiciones a favor y en contra de la ideología de género siguen enfrentándose en los medios de comunicación y a través de las redes sociales. Muchos gobiernos latinoamericanos ya tomaron partido de una posición a favor y otros se han visto obligados a retroceder o ser más conservadores debido a las presiones de grupos civiles y religiosos. Nos encontramos frente a un proceso de globalización cultural como muchos pensadores contemporáneos manifiestan, pero existen valores muy arraigados en la sociedad latinoamericana -como la religión- que responden frente a lo que consideran un atentado a sus principios.
Más allá de los puntos de vista y de las opciones tomadas por cada sociedad debemos manifestar que nos encontramos ante nuevos tiempos y que la globalización enfrenta una de sus batallas más encarnizadas en las mentes de las personas y allí las creencias juegan un rol fundamental.
Nos encontramos frente a un proceso de globalización cultural como muchos pensadores contemporáneos manifiestan, pero existen valores muy arraigados en la sociedad latinoamericana -como la religión- que responden frente a lo que consideran un atentado a sus principios.
PhD en Estudios Internacionales de Graduate School of Asia Pacific Studies de la Universidad de Waseda, Japón. MBA de ESAN. Maestría en Economía y Regulación de los Servicios Públicos de la Universidad de Barcelona. Maestría en Derecho Empresarial y Abogado de la Universidad de Lima. Director de Educación a Distancia de ESAN. Realizó estudios de diagnóstico de cultura organizacional y clima en empresas de diferentes sectores, propulsor de la importancia de la cultura organizacional como factor determinante en la estrategia de las empresas. Actualmente trabaja en la incorporación de elementos culturales como herramienta de desarrollo en contextos globales.
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