Las habilidades natas de liderazgo no sirven mucho cuando varios profesionales talentosos compiten para acceder a un puesto gerencial o directivo. La dedicación y el esfuerzo son características más importantes para asegurar el éxito.
En el artículo de McKinsey titulado Como prepararse para el rol de CEO, se alude al viejo debate de si un líder nace o se hace. Para ello, se resalta que las habilidades que permiten a un ejecutivo convertirse en un líder se desarrollan con el tiempo, es decir, son el resultado de experiencias y aprendizajes anteriores, incluso a partir de los fracasos, que le brindaron conocimientos y forjaron su carácter.
Un aspecto revelador en este artículo citado de McKinsey es que muchos directores ejecutivos entrevistados confesaron que, al ocupar el máximo puesto de sus organizaciones, se percataron de que el trabajo no era lo que pensaron al inicio e, incluso, no se sentían preparados al empezar con esta labor. Con el tiempo, aprendieron a desarrollarse en sus puestos, pues tenían la capacidad de trabajar duro para lograr sus objetivos.
Malcolm Gladwell, en su libro Fueras de serie, esboza algunas hipótesis sobre por qué unas personas tienen éxito y otras no. En su segundo capítulo, titulado “La regla de las 10 000 horas”, menciona que las últimas investigaciones parecen sugerir que, para obtener éxito en cualquier actividad compleja, se requiere un mínimo de práctica y preparación. Existe un valor mínimo de horas requeridas para asegurar el dominio de una actividad y que está estimado en 10 000 horas o diez años, aproximadamente. Esta premisa parece cumplirse en escritores, músicos, deportistas de élite y fundadores de empresas exitosas.
Lo interesante de esta propuesta es que el talento propio no importa cuando te encuentras y compites con varias personas talentosas. Al final, la dedicación y el esfuerzo son las verdaderas capacidades que permitirán a un profesional convertirte en una persona exitosa en la actividad que escogió desarrollar. Convertirse en el líder exitoso de una organización, una comunidad o un país es una actividad compleja y requiere de una gran inversión de tiempo y preparación.
Desde mi punto de vista, creo importante reflexionar sobre la existencia de condiciones innatas en algunas personas y que podrían ayudarles, de alguna forma, en sus actividades de liderazgo, como el carisma. Sin embargo, ninguna de estas condiciones tiene capacidad por sí sola de generar un líder exitoso si no vienen acompañada de un esfuerzo en preparación y dedicación, traducido en años de experiencia. Por el contrario, pueden existir personas que carezcan de esas condiciones innatas y, aun así, convertirse en líderes exitosos con mucha dedicación y esfuerzo.
Aquí se cumple la máxima de que es más importante el camino que la meta, porque son las experiencias pasadas, buenas o malas, pero abundantes en esfuerzo y dedicación, las que permitirán a una persona convertirse en un líder exitoso. También coincidimos de forma plena con Silvia Portella cuando manifiesta que el éxito depende más de la constancia que del talento. ¿Qué acciones sueles realizar para potenciar tus habilidades de liderazgo? Cuéntanos tu experiencia.
Las experiencias pasadas, buenas o malas, pero abundantes en esfuerzo y dedicación, permiten a una persona convertirse en un líder exitoso.
PhD en Estudios Internacionales de Graduate School of Asia Pacific Studies de la Universidad de Waseda, Japón. MBA de ESAN. Maestría en Economía y Regulación de los Servicios Públicos de la Universidad de Barcelona. Maestría en Derecho Empresarial y Abogado de la Universidad de Lima. Director de Educación a Distancia de ESAN. Realizó estudios de diagnóstico de cultura organizacional y clima en empresas de diferentes sectores, propulsor de la importancia de la cultura organizacional como factor determinante en la estrategia de las empresas. Actualmente trabaja en la incorporación de elementos culturales como herramienta de desarrollo en contextos globales.
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