Algunas personas piensan que hay ciertos proyectos que no requieren ningún tipo de evaluación financiera. Por ejemplo, cuando un organismo regulador norma y exige el tratamiento de ciertos residuos a fin de preservar el medio ambiente y la salud pública, se considera que el proyecto tiene que realizarse sí o sí y entonces cualquier evaluación sale sobrando.
Sin embargo, incluso en este tipo de proyectos es factible realizar una evaluación financiera a fin de maximizar el valor de los accionistas. Por ejemplo, puede haber más de una manera de lograr el tratamiento de los residuos y por lo tanto deberíamos escoger cuál es la que cuesta menos en términos de valor actual.
Asimismo, se podría evaluar qué nos costará menos, hacerlo nosotros mismos o tercerizar esta actividad. En caso de hacerlo nosotros mismos, nos conviene adquirir los equipos o alquilarlos1.
Aunque podemos afirmar que cada vez es más generalizada la EFP en las empresas, algunos directivos no saben precisar con meridiana claridad cuáles son los beneficios de realizarlas. Sin ánimo de ser exhaustivo señalaremos y describiremos brevemente algunos de los beneficios de evaluar financieramente proyectos de inversión por parte de las empresas:
Este beneficio se desprende directamente de la definición dada líneas arriba, sobre la EPP. El fin primario de una empresa es maximizar el valor para los accionistas y la EFP permite "proyectar" el valor esperado a generarse con la ejecución del proyecto, valor que es estimado a través del VAN.
De ser el VAN positivo se esperaría que la inversión tenga una rentabilidad mayor al mínimo beneficio requerido por los accionistas por asumir el riesgo de invertir en dicho negocio (proyecto). No es posible invertir recursos de una organización sin tener la más mínima idea de si se creará o destruirá valor con dicha inversión. El análisis y la información generada permiten a los directivos tomar decisiones en cuanto a llevar a cabo o no el proyecto.
Debemos señalar también que el proceso de formulación y evaluación de un proyecto es útil también para definir su viabilidad financiera, técnica, legal, comercial, medio ambiental, etc., a fin de minimizar la probabilidad de fracaso del proyecto. Se debe establecer si hay mercado y demanda para el proyecto, si legalmente y técnicamente es factible llevarlo a cabo, si podrá ser financiado, si se permitirá repagar su deuda y si no atentará contra el medio ambiente y las regulaciones pertinentes al respecto.
Aunque esto dependerá del tamaño y la importancia del proyecto dentro de la empresa, eventualmente los proyectos nos deberían llevar en algún sentido a "pensar" en la estrategia, la ventaja competitiva y el modelo de negocio de la empresa que ejecutará el proyecto.
Cuando las diferentes áreas de una compañía presentan sus proyectos de inversión para el ejercicio o año siguiente, es importante analizar para la aprobación de un proyecto: cómo el mismo contribuirá al logro de la estrategia de la empresa y a su consolidación competitiva (si el proyecto implica el uso de una tecnología en lugar de otra más económica, pero que permitirá mejorar la calidad, ofrecer una mejor propuesta de valor en el producto o ajustarse más rápidamente a los gustos y preferencias de tus clientes logrando una respuesta más rápida, entonces probablemente contribuirá a la estrategia de diferenciación); cómo ayuda a la consolidación o logro de ventajas competitivas (diferenciación) y cómo encaja en el modelo de negocio de la empresa.
Damos por descontado que la dirección de la empresa presentará ideas de inversión que se circunscriban a la estrategia de la empresa. Una empresa con restricciones de capital, entre dos proyectos que generen valor, en principio debería elegir el que consolide la estrategia de la empresa.
El mismo esfuerzo de conseguir información y cuantificar las variables para formular y evaluar el proyecto da lugar a este beneficio. Si cada proyecto necesita ser evaluado financieramente, esto exigirá a la organización conocer cuáles serán los beneficios, ventajas competitivas y riesgos que asumirá la organización así como ponerlos en blanco y negro, y cuantificar donde sea factible.
Esto a su vez permite o exige pensar en el proyecto, esbozar acciones a tomar si el proyecto resulta muy rentable y entonces se hace necesario aprovechar aún más los beneficios y las ventajas competitivas que el mismo ofrece, incrementando o acelerando la inversión, por ejemplo. Asimismo, nos permite pensar y estar en cierta manera preparados para enfrentar determinadas situaciones adversas, mitigar riesgos y/o cortar pérdidas en caso el proyecto no vaya como se espera.
Podemos mencionar también que el proceso de evaluación es uno multidisciplinario, donde participan las diversas áreas de la empresa. Por lo tanto, la evaluación en sí debería ayudar a "potenciar", "ejercitar" e "incrementar" la capacidad del trabajo en equipo dentro de una organización2.
El hecho mismo de evaluar financieramente un proyecto de inversión y realizar proyecciones de por ejemplo mejoras de productividad, incremento de ingresos, reducción de costos, etc. permite luego evaluar y controlar la implementación del proyecto. Recuerde que uno planea (evalúa proyectos) para controlar, y controla para planear (feedback).
Cada proyecto al ser presentado por las diferentes áreas y tener su evaluación financiera correspondiente, tiene que tener perfectamente ubicados y determinados sus potenciales beneficios y costos. Por ejemplo, el área técnica de una empresa minera presenta un proyecto que se espera incremente la recuperación de mineral en tales montos o porcentajes y/o reducirá costos.
Entonces, luego de haberse aprobado el proyecto, estas cifras servirán para controlar el proyecto a fin de determinar si se han conseguido finalmente lo esperado. Debe notar que no solo son cifras en unidades monetarias. Es importante proyectar y controlar el cumplimiento de otros tipos de variables como las de productividad, tiempo, entre otros.
Esto es crucial para una organización por lo siguiente. Imaginen una empresa que solo aprueba proyectos de inversión después de la correspondiente EFP3 y luego dicha información, protegida por un lujoso sobre con el logo de la empresa, se guarda en un sótano para siempre.
Cada vez que una determinada área de la empresa quiera presentar un proyecto, los que lo elaboran serán muy "optimistas" al estimar sus beneficios y muy "conservadores" al estimar sus costos e inversiones, y esto porque saben que nadie controlará si se cumple o no con las proyecciones presentadas.
El hecho de tener implementado un sistema de control de proyectos desincentiva estos comportamientos o incentivos perversos. Al contrario, de haber un sistema de control las personas que elaboran los proyectos harán su mayor esfuerzo para presentar cifras realmente alcanzables producto de la información veraz y el mejor juicio posible.
Indicamos al inicio que el análisis de riesgo es parte esencial de la EFP. El análisis de riesgo implica entre otras cosas determinar cuán sensible es nuestro proyecto a determinadas variables; es decir, qué tan sensible es nuestro proyecto a desviaciones con respecto a lo proyectado o esperado en cuanto a variables como precio, unidades vendidas, nivel de inversiones, costos de operación, etc.
El profesor Luis Piazzon4 suele mencionar esto durante sus clases: "Hay dos cosas de la que puedes estar seguro, de que te vas a morir y de que vas a pagar impuestos". Yo le he añadido a esta frase algo más5: "hay tres cosas de la que puedes estar seguro, de que te vas a morir, de que vas a pagar impuestos y de que lo que proyectes no se va a cumplir". Y es cierto, la realidad será mejor o peor a lo proyectado, nunca igual.
Dependiendo del tamaño del proyecto con respecto a la empresa que lo realiza, en el caso de un proyecto de una empresa en marcha, uno no debería tomar la decisión de realizar un proyecto en base a solo obtener un VAN positivo en el escenario esperado.
¿Qué pasaría si descubro que el proyecto con un precio 2.8% menor al esperado o con un volumen de ventas menor en 3.8% a lo esperado mi VAN se reduce a cero? Podríamos concluir que mi proyecto es poco resistente a variables como el precio o volumen. Sería difícil sostener que porque en VAN resulta mayor que cero en el escenario esperado debo realizar el proyecto, máxime si las inversiones a realizar en el proyecto son muy grandes con respecto al tamaño de la empresa.
Por lo tanto, la evaluación financiera de proyectos me permite por lo menos dos cosas: i) tomar la decisión de continuar o no con el proyecto después de tener una mejor idea de los riesgos del proyecto y ii) me obliga a ser creativo y precavido en cuanto a cómo manejar estos riesgos.
Con respecto a lo último, si por ejemplo hallo que mi proyecto es muy sensible al precio y/o volumen de ventas, esto me llevaría a invertir en realizar un estudio de mercado6 más profundo con el fin de tener mayores seguridades en cuanto al precio que estarían dispuestos a pagar mis potenciales clientes y/o la propuesta de valor que debería tener mi producto a fin de ser aceptado por el mercado.
Finalmente podemos concluir que la evaluación financiera de proyectos es un proceso que no genera valor en sí mismo, pero que de alguna manera contribuye a tomar las decisiones correctas a fin de alcanzar el objetivo primero de una organización: la maximización del valor de la empresa, y por ende de los accionistas.
¿Cómo evalúa usted los proyectos de su organización? Cuéntenos su experiencia.
------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
1 Hace algunos años se emitió una normativa para el sector pesquero (aceite y harina de pescado) en cuanto al tratamiento de residuos. Finalmente, se formularon y evaluaron proyectos rentables a partir de esto. Se pudo extraer más aceite de los residuos con lo cual el proyecto resultó en uno muy rentable.
2 Mencionamos "debería" porque esto finalmente dependerá de los líderes de la empresa.
3 Nos centraremos en los riesgos financieros y no en los riesgos operativos, los mismos que pueden ser definidos mediante una matriz de riesgos.
4 El profesor Luis Piazzon es jefe del área de economía y finanzas de ESAN.
5 Tal vez el profesor Piazzon se entere de esto a través de este documento. Espero que disculpe el haberme tomado la libertad de añadirle esto a una de sus muchas sabias frases. Además, espero que no me cobre regalías.
6 El estudio de mercado actuaría como una especie de seguro.
Doctorado en Administración y Dirección de Empresas en UCM. Más de 20 años de experiencia profesional en áreas financieras de empresas industriales y de servicios. Director de empresas familiares Profesor de la Universidad ESAN.
Economista. Experiencia profesional en áreas financieras de empresas industriales y de servicios y en asesorías en reestructuraciones empresariales, en evaluación de proyectos, en valorización de empresas, en asesoría en el proceso de compra–venta de empresas, en Implementación de sistemas de planeamiento y control de gestión y cuadros de mando (Balanced scorecard), entre otros. Actualmente asesor y consultor de empresas y director en empresas familiares.
Los activos pueden financiarse mediante préstamos de mediano y largo plazo o contratos leasing, pero es importante conocer los detalles de ambas modalidades para escoger la más adecuada, según la situación de la empresa.
La movilidad en Lima afronta muchas barreras que podrían superarse mediante acciones como las propuestas del Foro Internacional El Desafío de la Movilidad Sostenible, que giran en torno a la sostenibilidad.
Para profesionalizar una empresa familiar es clave incluir en el directorio a profesionales externos e independientes, al igual que definir un protocolo familiar con lineamientos para la incorporación de nuevos miembros de la familia.