Contrario a lo que nos enseñaron en casa o en el colegio, la curiosidad es uno de los atributos que más deben practicar los profesionales modernos. En un contexto donde la automatización será la punta de lanza de la transformación digital, quien no sea curioso, tendrá mayores problemas para innovar y emprender.
La automatización será la punta de lanza de la transformación digital en el mundo, por su impacto en la infraestructura de las organizaciones, el perfil de los clientes y los modelos de negocios. El futuro será dominado por las compañías que apuesten con éxito por este proceso. Al depender más del trabajo mental que del operativo, urge desarrollar habilidades blandas, trabajo analítico y, sobre todo, curiosidad.
La curiosidad es una emoción inherente del ser humano que lo impulsa a descubrir o averiguar aquello que desconoce. Lo motiva a no quedarse con la información de rutina o lo mínimo requerido para un puesto de trabajo, sino a profundizar sus conocimientos e ir más allá. De esta forma: 1) mejora su capacidad de resolver problemas, 2) permite fijar la atención, 3) facilita la toma de decisiones y 4) aumenta la perseverancia para alcanzar sus metas.
La curiosidad es innata en todos nosotros, sin embargo, el modo en que nos criaron en casa, en el colegio e incluso las experiencias laborales, han limitado muchas veces nuestra capacidad para indagar y descubrir. Nos enseñaron a cuidarnos de lo desconocido y a minimizar riesgos.
Cuando algo activa nuestra curiosidad, nuestros sentidos entran en alerta para recoger información, explorar, investigar e imaginar posibles respuestas a nuestras preguntas.
El temor al fracaso nos genera ansiedad, miedo y preocupaciones hacia los cambios, debido a que conllevan la posibilidad de salir de nuestra zona de confort o de status quo. Sin embargo, la buena noticia es que, al ser una capacidad inherente a nosotros, podemos redescubrirla o repotenciarla. Algunas maneras de hacerlo son:
Vale aclarar que la curiosidad siempre va de la mano con la imaginación. Cuando algo activa nuestra curiosidad, todos nuestros sentidos entran en alerta para recoger información, explorar, investigar e imaginar posibles respuestas a nuestras preguntas. Al mismo tiempo, necesitamos una imaginación sin límites para hacernos preguntas, dejando de lado nuestros propios paradigmas o juicios.
En el ámbito empresarial, los gerentes y jefes de área tienen un papel fundamental para fomentar la creatividad y la curiosidad entre sus empleados:
Vivimos en un mundo que se mueve de manera constante y en el que las empresas deben tener una alta capacidad de adaptación para sobrevivir y sobresalir. El éxito está ligado a las preguntas que nos hagamos, no desde el miedo o la resignación, sino desde la curiosidad. Estos cuestionamientos iniciarán los procesos creativos que nos conducirán a ideas novedosas y formas muy disruptivas de hacer las cosas. ¿Cómo aplicas la curiosidad en tu trabajo? Cuéntanos tu experiencia.
Cuando algo activa nuestra curiosidad, nuestros sentidos entran en alerta para recoger información, explorar, investigar e imaginar posibles respuestas a nuestras preguntas.
Coach Ejecutiva y de Equipos, Consultora Organizacional, Agile Coach, Scrum Master Professional y Product Owner Professional, miembro de la International Coach Federation (ICF), Facilitadora certificada en la metodología Lego® Serious Play®, certificada en Belbin® Team Roles, Instructora de Mindfulness acreditada por la International Mindfulness Teachers Association (IMTA).
Magister en Administración (MBA) por la Universidad ESAN, con doble especialización en Gestión del Potencial Humano y Comunicación Interna. Egresada del PAD de Competencias Directivas de la Universidad de Piura, Diplomada en Desarrollo Nacional por el Centro de Altos Estudios Nacionales- CAEN, y Abogada por la Universidad de Lima.
Con más de 15 años de experiencia en puestos ejecutivos, se ha desempeñado como consultora en diversas entidades públicas y privadas, ha liderado áreas de administración y gestión humana, en empresas del sector construcción y servicios.
Un agile coach permite a las empresas contar con equipos de trabajo mejor integrados entre sí para lograr mayor nivel de agilidad en su desempeño. Ello aumentará el valor de los productos y servicios ofrecidos a los clientes.
El coaching permite a los profesionales determinar objetivos por alcanzar en base a sus perfiles, ya sea que aún conserven sus puestos de trabajo o estén en busca de uno nuevo.