El déficit de infraestructura en el país se estima en unos US$ 30.000 millones, cifra que representa un incremento con relación a cinco años atrás cuando el monto estimado era de US$ 20.000 millones. ¿Nos estamos quedando frente a otros países de la región?
Obviamente el Perú está muy atrasado en comparación con Chile, pero también Chile es un país distinto. Es un país mucho más chico que no tiene población andina y una población más pequeña. Donde sí ha progresado mucho es en las autopistas. Nosotros estamos empezando a hacerlo.
¿Cuáles son los sectores en los que se debe impulsar más la inversión en infraestructura?
Yo diría que los grandes rubros son agua y alcantarillado, que es subestimado en dicho análisis. Un programa de agua limpia y potable durante las 24 horas al 90% de la población del Perú, desagües tratados y no echados al río ni al mar sin haber sido limpiados previamente, creo que costaría unos US$ 10.000 millones, de manera que el déficit sería mucho mayor a los US$ 30.000 millones. Creo que las cifras oficiales del sector saneamiento están muy exageradas, siendo la cobertura del servicio mucho menor de lo que se dice.
Habría que ver en qué período se invierten esos US$ 10.000 millones. Si se quiere en 10 años serían US$ 1.000 millones anuales, que no es tanto, pero hay que hacer una reforma de las empresas estatales administradoras del agua. Todas ellas pierden una proporción muy alta del agua que producen. Lo otro es que la población crece, de manera que no se pueden ver las cosas estáticamente. En 10 años el Perú tendrá entre 33 millones y 34 millones de habitantes, en consecuencia las necesidades de inversión serán mayores.
Otro tema es el de los caminos. Los que pueden ser concesionados al sector privado no son un problema, pues no son tantos. Son dos o tres vías que cruzan la sierra hacia la Amazonía, la Interoceánica Norte que está casi terminada, la carretera a Pucallpa que se ha inaugurado unas 100 veces en la historia y las dos interoceánicas sur que terminan en un punto del Brasil.
Muchas de las capitales de provincias del Perú no tienen conexión asfaltada con el resto del país. Si queremos un país integrado, las capitales de provincia deben estar conectadas al resto del país. No sé cuánto costaría eso, pero son unas 100 pistas en las que se debe programar la reconstrucción, asfaltado y mantenimiento.
Luego tenemos el Programa Costa Sierra, cuyos estudios nunca los han tomado en cuenta. Se trata de asfaltar todas las subidas hacia la sierra desde la costa. Es un programa que cuesta entre US$ 500 millones y US$ 600 millones en el que se plantea entregar la concesión al constructor que gane la licitación y luego este se hace responsable del mantenimiento.
El tema portuario es un tema de voluntad política. Todos los puertos y aeropuertos se pueden concesionar.
En el tema eléctrico, todo puede ser privado. Todo lo que se viene, sea Iñambari si es que se hace, El Platanal que está a punto de empezar. La parte eléctrica tiene problemas estructurales: el gas que es demasiado barato, hay una alta dependencia del gas; pero yo diría que está bien encaminada y se va a arreglar con una buena planificación.
Luego está el tema de colegios y hospitales. Estos últimos se deberán arreglar con formalización para que EsSalud tenga más contribuyentes. Actualmente solo tiene 1,7 millones de afiliados cuando debería tener como mínimo 8 millones. Si fuera así podríamos tener un sistema de salud integral en el que todos participen y paguen, y ya no exista la disparidad entre el Minsa y EsSalud.
Usted mencionó el caso de los puertos. Recientemente se han instalado las primeras grúas pórtico en el Callao, después de tantos años de espera...
Hay muchos mitos en el tema portuario. Y en todo el mundo los trabajadores portuarios son muy activos políticamente. Por ello ha habido mucha oposición primero a la construcción del Muelle Sur por Dubai Port World, luego a la Autoridad Portuaria Nacional (APN) y también al Muelle 5. Pero en fin, se está haciendo. Hay otros puertos que están pendientes que se deberían concesionar.
¿Cómo financiar las inversiones en infraestructura? Usted menciona que lo hará el sector privado, pero en situaciones de crisis los recursos no están muy al alcance...
Las AFPs están muy interesadas en todos estos proyectos. Kallpa acaba de levantar recursos en el mercado local para su próxima planta de ciclo combinado en Chilca. Nadie pensó que se podía hacer pero se hizo. Y si tuviéramos una economía formal las AFPs manejarían tres veces más dinero que ahora, para invertirlo en infraestructura.
¿Qué nos dice de las asociaciones público privadas?
Esa es una modalidad. En realidad no hay tanta asociación. Son proyectos privados supervisados por el Estado (Ositran, Osinergmin, Sunass, etc). Pero hay que romper el tabú de concesionar los servicios e agua potable. Porque si no hacemos eso vamos a seguir muy retrasados.
Se comenzó con Tumbes y el asunto se detuvo...
La de Tumbes, a pesar de ser la concesionaria una empresa pequeña argentina, ha funcionado bien. La calidad y el servicio son mucho mejores que antes.
¿Existe incapacidad de mostrar un buen caso o no hay interés por mostrarlo porque el agua en manos del Estado da réditos políticos?
Bueno, si bien Sedapal ha progresado mucho bajo Guillermo León, todavía es una empresa con muchos problemas. Creo que hay que empezar a concesionar. Claro que cada país tiene su propia forma de hacer las cosas. Chile, por ejemplo, tiene el agua concesionada. En Estados Unidos el servicio es público, salvo en el sur. En Francia es todo privado mientras la electricidad es totalmente pública.
Ahora, lo que es cierto es que no tenemos empresas públicas muy eficientes. Si queremos realmente progresar en el tema del agua, se deberá concesionar por lo menos una parte.
Obviamente eso demorará porque ya estamos en época electoral...
Cierto, eso es para el siguiente gobierno.
¿Qué relación hay entre la formalización de la economía y el desarrollo de la infraestructura? El ex primer ministro Pedro Pablo Kuczynski señala que la formalidad permitiría un incremento en el número de afiliados a EsSalud, con lo cual se resolvería el problema de los hospitales. Del mismo modo, las AFPs tendrían más aportantes y hasta podrían triplicar los recursos disponibles para inversión en proyectos de infraestructura, incluso en épocas en las que -como ocurrió durante la crisis financiera internacional- escasea el dinero para financiar grandes inversiones.