Actualmente el Perú no tiene un problema de falta de recursos sino un problema de organización para la administración eficiente de dichos recursos, muchos de ellos -dicho sea de paso- provenientes de la minería. Paralelamente vemos que en las zonas de influencia de las compañías mineras hay muchas protestas sociales, lo que hace que se paralicen o posterguen los proyectos.
¿Qué sucede cuando llega una compañía minera a operar? Las poblaciones aledañas a la mina, que han recibido poco o nada del Estado, le exigen a la empresa que invierta en obras de infraestructura. Algunas de éstas, como carreteras y electrificación, pueden coincidir con las necesidades operativas de la propia mina. Pero otras constituyen obras que le corresponden hacer al Estado, como colegios, postas médicas, canales de regadío, etc.
Ante ello creo que la solución es que el Estado realice las inversiones en infraestructura en aquellos lugares donde sabemos perfectamente que se van a desarrollar proyectos mineros. Una vez construidas las carreteras, las escuelas, las postas médicas, en fin, todo aquello que la población suele exigirle a las compañías mineras cuando éstas se instalan, las minas podrán entrar y funcionar con tranquilidad pues la gente verá progreso.
Así, por ejemplo, en la zona donde se desarrollarán los proyectos Conga, Michiquillay, Galeno, La Granja, Kañaris, etc. se podría empezar a hacer un plan de inversión en infraestructura y otro plan de inversión social con cargo a los recursos que generarán posteriormente esas minas, que seguramente serán considerables.
No debemos olvidar que, en las zonas de influencia minera, la gente teme no recibir nada mientras la mina se lleva todo y deja un enorme hueco. Por ello, si se logra hacer algo como el Adelanto Minero que propongo, la gente tendría otra percepción de la minería y tendríamos un ejemplo a replicar en otras zonas del país.
El caso de Conga, que está entre Cajamarca y Celendín, es emblemático. Es el que más se ha difundido, pero hay muchos otros proyectos como el de Santa Ana en Puno, que se detuvo por las protestas sociales.
Para ello hay que prepararse. El Estado debe hacer un plan nacional, articulado a los planes regionales de inversión, todos con miras a preparar zonas mineras para las futuras inversiones. Esto requiere de un trabajo multisectorial y en conjunto entre los gobiernos centrales y regionales.
¿Considera usted viable la propuesta de adelantar las inversiones en zonas de futura influencia minera, tal como lo propone el Dr. Pedro Pablo Kuczynski?