Los gerentes deben tener suficiente disciplina para separar sus gastos personales de los empresariales. Asimismo, deben evitar compras innecesarias en incluso el monitoreo de cosas sencillas como el uso de servicios básicos a cargo de los colaboradores.
El crecimiento económico de un país motiva a que las empresas realicen gastos más elevados de lo usual, algunos de ellos innecesarios. Sin embargo, solo se percatan de este error durante las épocas de vacas flacas, es decir, cuando se producen crisis económicas y/o sus ventas caen fuertemente. Para evitar esta situación, es preciso fomentar con urgencia en las organizaciones peruanas, una cultura del ahorro y eficiencia.
Si el gerente desea fomentar el ahorro en su empresa, primero debe aprender a separar sus gastos personales de los institucionales; se predica con el ejemplo. Esta práctica deshonesta es más común en los negocios familiares, donde los gastos de algún familiar se registran como si fueran parte de la compañía. No se debe usar los fondos de la compañía como si se tratara de la caja chica de la familia.
El uso de los fondos de la empresa para gastos personales puede considerarse evasión de impuestos y derivar en sanciones muy graves para ella.
En primer lugar, esta práctica puede considerarse evasión de impuestos y derivar en sanciones muy graves para la empresa. En segundo lugar, la rentabilidad del negocio se reduce y podría dejar de ser atractivo para un potencial comprador. Si se piensa en vender la compañía o se presenta una gran oportunidad, el precio puede reducirse mucho al existir mucho desorden e información poco transparente en el área financiera-contable. La disciplina es clave para no caer en esta mala costumbre.
Las compras innecesarias son otro obstáculo que se deben tomar en cuenta para fomentar el ahorro. Imaginemos que necesitamos adquirir 100 000 unidades de una materia prima, pero el proveedor ofrece vendernos el doble con una pequeña rebaja. A simple vista, parece un buen trato que incrementará nuestros márgenes, pero si compramos esta mercadería adicional, ¿Cómo vamos a financiar este exceso de inversión en inventarios? Si usamos un préstamo bancario no solo incurriremos en gastos financieros sino también utilizaremos líneas de crédito; al final, a lo mejor el margen neto no mejora.
Para evitar esta situación, hay que tener claro que una compra innecesaria es aquella que no tiene ningún impacto en la creación de valor ni en la satisfacción del cliente. Cada vez que el gerente deba decidir si se procede a una compra empresarial, debe preguntarse: si esta empresa fuera mía, si fuera mi dinero ¿realizaría esta compra?
Los pequeños gastos que se registran durante las jornadas diarias suman grandes cantidades, a largo plazo. Por eso, el gerente debe tener un control de los servicios básicos como la telefonía fija o celular que utilizan los colaboradores, quienes pueden acostumbrase a usarla para temas personales y no corporativos. Lo mejor es explicar al personal que existe un control de gastos básicos para lograr un uso más eficiente.
De igual modo, todo gerente debe predicar con el ejemplo. Si los trabajadores notan que sus jefes gastan demasiado dinero en cosas superfluas, innecesarias o que no generan ningún valor, no se sentirán motivados a desarrollar una cultura del ahorro. Si la liquidez se vuelve más estrecha y es necesario ajustar gastos, los primeros que deben hacerlo son los gerentes. ¿Qué otras recomendaciones añadirías para fomentar el ahorro en la empresa? Compártenos tus sugerencias.
El uso de los fondos de la empresa para gastos personales puede considerarse evasión de impuestos y derivar en sanciones muy graves para ella.
Doctorado en Administración y Dirección de Empresas en UCM. Más de 20 años de experiencia profesional en áreas financieras de empresas industriales y de servicios. Director de empresas familiares Profesor de la Universidad ESAN.
Economista. Experiencia profesional en áreas financieras de empresas industriales y de servicios y en asesorías en reestructuraciones empresariales, en evaluación de proyectos, en valorización de empresas, en asesoría en el proceso de compra–venta de empresas, en Implementación de sistemas de planeamiento y control de gestión y cuadros de mando (Balanced scorecard), entre otros. Actualmente asesor y consultor de empresas y director en empresas familiares.
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