Hace dos décadas se gestionó la primera obra por asociación público-privada (APP) en el Perú. Con una longitud aproximada de 600 kilómetros, la línea de transmisión Mantaro-Socabaya unió las regiones de Huancavelica y Arequipa, y permitió que la energía generada en el centro sea transferida hacia el sur del país. Así, atendieron el crecimiento de la demanda de la zona con un mejor nivel de confiabilidad del suministro de energía. Aquel primer éxito permitió que el esquema se reaplicara en otros sectores, como telecomunicaciones, transporte, energía y salud.
Existen dos alternativas para financiar y desarrollar infraestructura y servicios públicos, la Obra Pública tradicional (regulada por la Ley de Contrataciones del Estado) y el Servicio Público (desarrollado a través de un contrato de APP). Asimismo, se tienen diversas razones para promover APPs, entre económicas, institucionales y de organización social. Siendo la razón principal la reforma del Estado, que asume paulatinamente un papel de director, de coordinador y de planificador del desarrollo y competitividad del país, dejando a los operadores privados la responsabilidad de administrar la infraestructura y los servicios públicos.
El fomento de las APP busca reducir la brecha en infraestructura de servicios públicos y sentar las bases para el crecimiento económico.
Es posible desarrollar infraestructura y servicios públicos en todos los sectores donde interviene el Estado, en los clásicos sectores como Transporte, Energía, Telecomunicaciones y Agua y Saneamiento; pero también en sectores sociales como Educación, Salud, Cultura, Ambiente, Bosques, Centros Administrativos, entre otros.
La presencia del sector privado en este esquema es importante, pues muchas veces los recursos públicos no son suficientes para desarrollar inversiones de gran envergadura o que, en conjunto, representen un uso importante de recursos. Es así, que el Estado busca el apoyo del sector privado para estructurar un proyecto que utilice un menor presupuesto.
Con el fomento de esta modalidad se busca:
1. Reducir la brecha existente en infraestructura de servicios públicos que permita, entre otros beneficios, sentar las bases para el crecimiento económico.
2. Contar con nuevos medios para financiar las inversiones en infraestructura, trasladando así la obligación de gestionar el financiamiento al sector privado y reduciendo -parcial o totalmente- la presión fiscal del Estado.
3. Mejorar la calidad y eficiencia del servicio provisto, mediante la intervención de un operador privado con mayor experiencia en la construcción y operación de dicho servicio.
Los principales actores en el desarrollo de una APP son:
El desarrollo de una APP posee algunas ventajas respecto a las obras realizadas mediante la Ley de Contrataciones del Estado:
¿Qué otros beneficios generan el desarrollo de obras mediante APP? Cuéntanos tu opinión.
El fomento de las APP busca reducir la brecha en infraestructura de servicios públicos y sentar las bases para el crecimiento económico.
Ph. D. en Ciencias de la Administración por ESADE. Ha sido Viceministro de Transportes, Presidente de los Comités Especiales de Promoción de la Inversión Privada de Infraestructura y Servicios Públicos (CEPRIS).
Las Asociaciones Público-Privadas (APP) de servicios y los Servicios por Impuestos (SxI) representan una alternativa ágil y eficiente para dinamizar la inversión en infraestructura pública. A diferencia de los Proyectos de Inversión Pública (PIP), cuya formulación y ejecución pueden extenderse entre cuatro y siete años, estos mecanismos permiten rehabilitar activos deteriorados en un menor plazo y garantizar su sostenibilidad operativa.
En el laberinto financiero de las APP peruanas, el Pago por Disponibilidad (PPD) y la Retribución por Inversiones (RPI) revelan un dilema crítico: ¿cómo impulsar infraestructura sin ahogar la competencia ni comprometer la viabilidad económica de los proyectos?
Este documento analiza dos métodos de valorización de empresas: el PER (Price Earning Ratio) y el Flujo de Caja Descontado (FCD). Ambos, al usar información similar, deberían dar resultados parecidos. El PER destaca por su simplicidad, pero no considera factores clave que sí incorpora el FCD, como tasas de crecimiento y costos. Comprender estas diferencias permite aplicar el método adecuado según el contexto y evaluar mejor el valor real de una empresa.