Antes de asociarse con un inversionista, los fundadores de las startups deben armar su data room (carpeta que contenga toda la información comercial, técnica y financiera de su startup lista para un due dilligence) y analizar una serie de factores para aumentar sus probabilidades de éxito. Conócelos a continuación.
Al igual que los seres humanos, las empresas atraviesan diferentes etapas antes de alcanzar la madurez. La primera de todas es la fundación. En esta fase, los fundadores de las startups definen su estrategia comercial, los objetivos que quieren lograr y cómo iniciarán sus operaciones. Dichas acciones requieren de la inversión de un capital inicial --también conocido como capital semilla-- para su ejecución.
Sin embargo, la mayoría de los emprendedores no cuentan con los recursos iniciales suficientes para financiar sus startups de forma independiente. Entonces, en la etapa inicial recurren a diversas fuentes de financiamiento - usualmente familiares, amigos conocidos o fondos no reembolsables del gobierno -que permitan la materialización de su proyecto. Pero, a medida que su producto mínimo viable va culminando suelen requerir mayor capital semilla y empiezan la búsqueda de socios inversionistas.
Antes de realizar un acuerdo con un socio inversor, deben tomar en cuenta los siguientes factores:
Es importante que el emprendedor defina el perfil del socio que está buscando para su negocio. ¿Se busca un socio que aporte conocimiento y capital y participe de manera activa del negocio? o ¿un socio que aporte solo su mano de obra especializada? o ¿un socio inversor pasivo que aporte solo el capital y que solo espere el retorno a su rentabilidad?
Invertir en Startups es riesgoso. Por ello, cuando un inversor aporta capital de trabajo a una startup, espera que esta tenga un adecuado crecimiento en el mercado y un alto rendimiento, en promedio mayor al 25 %, pues eso significa un retorno a una inversión de alto riesgo. Es por ello que la mayoría de los inversionistas ángeles distribuyen su inversión en varias startups (en promedio 7) porque al ser empresas de alto impacto las que logren crecer multiplicarán el retorno por encima de lo que se invirtió inicialmente en todas.
El nivel de compromiso debe analizarse antes de tomar una decisión. Actualmente, la mayor parte de los emprendedores suelen buscar socios inversionistas que contribuyan no solo con capital de trabajo, sino también con su experiencia y conocimiento al crecimiento del startup.
Como se mencionaba anteriormente, los socios inversores suelen tener distintos niveles de compromiso. Es importante suscribir un acuerdo de accionistas donde se permita establecer los términos ante una potencial "Exit", establecer los derechos y límites de participación societaria, determinar cláusulas de tag alone, drag alone, anti-dilución, etc.
El objetivo del acuerdo de accionistas es determinar el camino a seguir ante situaciones que podrían pasar en el futuro y evitar potenciales conflictos a futuro.
Por ejemplo, digamos que la empresa crece y una trasnacional quisiera comprarla sin acuerdo de accionistas. Si un accionista no quiere vender puede frustrar toda la operación. El acuerdo de accionistas prevé distintas situaciones y establece los parámetros a seguir para cada caso.
Si bien el capital dinerario es el principal objetivo de las startups para crear relaciones con un inversor, se necesita analizar otros aspectos antes de firmar un acuerdo de financiación. Por ejemplo, es preferible elegir inversionistas que tengan redes de contactos o experiencia "Champions" en el sector, pues su aporte resultará valioso para el crecimiento comercial. Asimismo, facilitará que otros inversionistas se sumen en futuras rondas de inversión. Esto no significa en absoluto que se deba desmerecer el apoyo de un inversionista con mayor capital, sino que se debe contar con visión a futuro priorizando el smart money.
Es recomendable que el empresario no establezca una cifra exacta o fije un plazo determinado para facilitar la salida de los inversionistas. Tomar en cuenta que las startups suelen ser ilíquidas los primeros 5 años y la inversión en startups requiere de paciencia para ver resultados entre 5 a 7 años.
Un paso inevitable antes de recibir una inversión es la diligencia debida (due diligence) de la persona o personas que desean invertir previo a la firma del contrato. El due diligene implica solicitar la información del data room al emprendedor, analizar el crecimiento de la startup, encontrarle sustento a sus proyecciones y a su data financiera, comprender su situación legal, operacional, su gobernanza, conocer el historial de su equipo humano, referencias sobre otros proyectos en los que haya participado, y responder a cualquier inquietud que tengan.
Asimismo, es esencial conversar con el inversor sobre los objetivos que espera alcanzar con la compañía antes de sumarlo al equipo. En tal sentido, es necesario que el emprendedor también sea transparente sobre lo que esta puede ofrecer a cambio. Así se podrá construir una óptima relación comercial.
Es importante que el emprendedor defina el perfil del socio que está buscando para su negocio. ¿Se busca un socio que aporte conocimiento y capital y participe de manera activa del negocio? o ¿un socio que aporte solo su mano de obra especializada? o ¿un socio inversor pasivo que aporte solo el capital y que solo espere el retorno a su rentabilidad?
El objetivo principal de las startups durante la crisis consistió en minimizar costos, elevar su inversión en publicidad, impulsar sus ventas y ajustar su propuesta de valor, a fin de adaptarse al nuevo escenario con más ligereza y flexibilidad.
Los pequeños negocios que sepan adaptar sus estrategias comerciales, de cara al nuevo escenario, podrán mantenerse a flote. El resto está condenado a desaparecer.
El éxito de emprendimientos como Crehana, Cinepapaya y Joinnus han vuelto más atractivas y rentables a las startups ante los ojos de los inversionistas, ya que prometen un retorno muy alto de la inversión inicial.