El derrumbe de la economía por la pandemia del coronavirus es cada vez más evidente. En los próximos meses, se perderían millones de empleos, algunas industrias quedarían devastadas y los pequeños empresarios serán afectados. El 92.7 % son micro y pequeñas empresas (mypes) que ofrecen trabajo a más de ocho millones de personas. Ellas sentirán el mayor impacto, si no logran realizar ciertos cambios.
El profundo impacto social y económico del coronavirus cambiará nuestra forma de comprar, viajar y trabajar durante los siguientes años. Si tienes una pequeña empresa o startup, tu prioridad, además de la familia, será mantener el ingreso de dinero, mantener a tus clientes y mantener a tus empleados. ¿Cómo alcanzar estos objetivos?
Antes de tomar cualquier acción, es importante saber dónde estás parado y hacia dónde te diriges. Es mejor tomar conciencia de que te encuentras en el infierno y que te sigues hundiendo en él, en lugar de pensar que vas camino al cielo. El 50 % del problema está resuelto cuando se toma conciencia de la situación propia. Toma un respiro y analiza cuál es tu posición actual y a dónde quieres llegar.
El primer paso es calcular tu ratio de queme (burn rate) y tu tiempo de respiro (runaway), es decir, cuánto dinero gastas por mes en costos fijos y variables y que no es cubierto por los ingresos. El burn rate es el dinero quemado o gastado cada mes, mientras que el runaway consiste en el tiempo que te queda para sobrevivir a este ratio de queme.
Por ejemplo, si tienes fondos por 30 000 soles y gastas 10 000 soles por mes, entonces el burn rate es 10 000 soles y el runaway es de tres meses. Ahora que lo sabes, ¿puedes liberar carga fija y volverte una empresa gacela? En época de crisis, es necesario ajustar el burn rate, reduciéndolo al mínimo, y así extender el runaway lo máximo posible.
Apresúrate en replantear tu modelo de negocio actual, ya que nada de lo que tenías en mente hace un mes se mantendrá vigente. Si tu modelo de negocio continúa de la misma forma, has caído en negación. Necesitas replantear tus hipótesis sobre los clientes, sus nuevas necesidades o frustraciones, y ajustar tu modelo del negocio a la nueva realidad.
Si este escenario durase más de tres meses (el escenario más probable) no solo es necesario que recortes gastos o extiendas el runaway. Tienes que reconfigurar todo tu negocio porque el nuevo escenario abre oportunidades a nuevas propuestas de negocio y cierra otras. Si ya manejas canales de venta online o digital, quizás el ajuste sea menor a un alcance de estrategia comercial.
El momento de actuar es ahora. Si encuentras una oportunidad de lograr acuerdos, economías colaborativas, ahorros y eficiencias productivas u oportunidades con inversionistas, tómalas. Desarrolla una nueva propuesta de valor o transforma la que tienes y sácala adelante. Sobrevivir de la manera más rápida y eficiente que te sea posible es el camino correcto para superar cualquier crisis.
Nunca te olvides de ser creativo. Si necesitas financiamiento, coordina con tus proveedores, ofréceles descuentos por pago anticipado, intercambia servicios y comparte la fuerza de ventas. El impulso de toda variable estimula la generación de liquidez hacia tu empresa, a corto plazo. Piensa fuera de la caja, capacítate y hazlo. ¿Qué otros cambios deben tomar con urgencia los empresarios en este contexto? Déjanos tu opinión.
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Karen Montjoy es Coordinadora de Emprendimiento e Innovación - Incubadora Innova ESAN
Antes de asociarse con un inversionista, los fundadores de las startups deben armar su data room (carpeta que contenga toda la información comercial, técnica y financiera de su startup lista para un due dilligence) y analizar una serie de factores para aumentar sus probabilidades de éxito. Conócelos a continuación.
El objetivo principal de las startups durante la crisis consistió en minimizar costos, elevar su inversión en publicidad, impulsar sus ventas y ajustar su propuesta de valor, a fin de adaptarse al nuevo escenario con más ligereza y flexibilidad.
El éxito de emprendimientos como Crehana, Cinepapaya y Joinnus han vuelto más atractivas y rentables a las startups ante los ojos de los inversionistas, ya que prometen un retorno muy alto de la inversión inicial.