El apego excesivo a los modelos de negocio más tradicionales puede disminuir la competitividad de las empresas cada vez más hasta verse superadas por sus principales competidores y desaparecer del mercado.
La frase “If it’s not broken, why fix it?” (en español, ‘Si no está roto, ¿para qué arreglarlo?’) representa una actitud común en muchas empresas y personas sobre la innovación y el cambio. Aunque puede sonar sensata, especialmente en entornos donde la estabilidad y la reducción de costos son prioritarias, esta filosofía también puede llevar a la obsolescencia empresarial en un mundo donde el cambio es constante y la tecnología evoluciona con rapidez.
La resistencia para innovar bajo la premisa de que, si algo funciona, no hay necesidad de cambiarlo, puede ser peligrosa en el contexto empresarial. En un mercado competitivo, mantenerse estático mientras otros avanzan sitúa a una empresa de manera inevitable en una posición de desventaja. Sus competidores que inviertan en innovación podrán ofrecer mejores productos o servicios, o adaptarse con más agilidad a las necesidades cambiantes de los consumidores.
Es importante añadir que las expectativas del público evolucionan y un producto o servicio que alguna vez fue adecuado puede quedar obsoleto frente a nuevas tendencias y tecnologías. En un mundo cada vez más impulsado por la tecnología, ignorar el cambio puede resultar en un atraso tecnológico que, a largo plazo, reduce la eficiencia y aumenta el costo de mantenimiento de los procesos y productos de una empresa.
A lo largo de la historia, muchas empresas han caído en la obsolescencia por apegarse a una mentalidad conservadora y evitar innovaciones cruciales. A continuación, se presentan algunos ejemplos:
La mentalidad “Si no está roto, ¿para qué arreglarlo?” puede resultar en obsolescencia en un mundo donde la innovación es esencial para la competitividad empresarial. No permitas que tu empresa se quede atrás mientras otros avanzan. ¿Qué acciones innovadoras has aplicado en tu negocio para mantener su competitividad? Cuéntanos tu experiencia.
La mentalidad “Si no está roto, ¿para qué arreglarlo?” puede resultar en obsolescencia en un mundo donde la innovación es esencial para la competitividad empresarial.
Parte del staff de profesionales de Consejeros ESAN. Director Financiero Corporativo | Consultor Estratégico. Con más de 30 años de experiencia en liderazgo financiero en logística y banca, especializado en fusiones y adquisiciones, reestructuración financiera y liderazgo de equipos multiculturales. Logros notables incluyen la integración exitosa de una fusión en tiempo récord, la obtención de una línea de crédito de seis cifras en dólares para un proyecto minero, y la dirección de expansiones regionales en Chile, Argentina y Colombia. Sus competencias clave incluyen liderazgo financiero, fusiones y adquisiciones, auditorías fiscales y cumplimiento, y planificación financiera estratégica.
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