Si bien en este momento existen empresas en el rubro de agroexportación que no cumplen con lo dispuesto por la Ley de Promoción del Sector Agrario, la solución no va por cambiar el régimen agrario. Lo que tendría que hacerse es desplegar supervisores o crear regímenes de control para que las empresas mencionadas cumplan con la ley.
En ese sentido, José Chlimper, exministro de Agricultura, ha esbozado una propuesta muy interesante que condiciona la devolución del drawback al cumplimiento de la ley por parte de las agroexportadoras. Ello generaría un compromiso y, a la vez, un aliciente para que éstas se manejen adecuadamente, trabajen en el desarrollo urbanístico y mejoren los niveles de satisfacción laboral de sus trabajadores.
¿Es necesario modificar una política agraria que ha demostrado tener un éxito rotundo desde su implementación? Creemos que no. Veamos cuáles han sido sus alcances y los logros conseguidos en la última década.
Entre los años 90 y comienzos de siglo nuestro país mostraba un profundo déficit en su balanza comercial, debido a la gran cantidad de alimentos (US $2,000 millones) que se importaba para cubrir las necesidades de la población. En el 2002 se promulgó el Reglamento de la Ley de Promoción al Sector Agrario, que con el tiempo se haría extensivo a la acuicultura y ganadería. Gracias a la aprobación de esta norma es que se pasó de una balanza comercial deficitaria a una superavitaria, es decir, ahora exportamos más de lo que importamos.
Esto demuestra que la mencionada ley ha tenido éxito, y no solo en las cifras macroeconómicas. También ha permitido la formalización de un sector que en su momento se decía era el más informal del país. En adición a ello, las condiciones de trabajo existentes antes de la ley han mejorado ostensiblemente con su promulgación.
Por ejemplo, se ha aumentado el salario promedio que reciben los trabajadores agrarios, pasando de S/. 12 en la década del 90 a S/. 35 en la actualidad. Es decir, se ha triplicado el pago por jornal. Incluso en ciudades como Ica y Trujillo hay empresas que ofrecen contratos labores con pagos por encima de los S/. 40 debido a la falta de mano de obra.
Estamos de acuerdo con que si un sector sufre de ciertas deficiencias debe buscarse soluciones para mejorar su eficacia, como es el caso del pedido por parte del Ejecutivo para ejercer facultades legislativas en materia de seguridad ciudadana. Ahí entendemos que hay que buscar formas de remediar los problemas, mediante la legislación, que debilitan la acción de uno u otro sector.
Finalmente, el análisis para modificar tan exitosa ley no ha sido hecho bajo estándares económicos sino bajo un contenido político, lo cual, estamos seguros, nos llevará a consecuencias poco favorables.
¿Coincide usted con el profesor Chirinos en que la Ley de Promoción Agraria ha mejorado la situación del sector y de sus trabajadores?
Estudios doctorales en Massachussets Institute of Technology – MIT. Profesor principal en Economía, Director del Instituto de Desarrollo Económico. Ha sido Director de Proyectos del BID y del Banco Mundial, jefe de gabinete de la alta dirección del Ministerio de Agricultura y asesor del Ministro de Economía y Finanzas Consultor de empresas del sector agropecuario, forestal, textil, construcción y comercio internacional.
Si bien el sector agrícola tuvo un buen desempeño durante el 2018, es necesario innovar en la producción y buscar nuevos mercados en la región. Asimismo, se deben contemplar nuevas fuentes de financiamiento para las pequeñas y medianas empresas.
Los agronegocios en el Perú han logrado un avance destacable en los últimos años pese a que aún se encuentran lejos de un crecimiento óptimo como sector. Si se quiere ganar mayor competitividad es necesario que la actividad agrícola no se limite a ser únicamente extractiva.