Los simulacros en el Perú responden a la posibilidad de que ocurran diferentes emergencias y desastres según las características geográficas de cada región. La población debe participar de manera activa para tener claro cómo actuar en estos casos.
El fin de los simulacros que se realizaron en el Perú desde el 2022 hasta la fecha fue preparar a la población ante emergencias y desastres, y evitar que su conducta origine un mayor daño que el propio peligro. Este tipo de simulacros no solo se realizan en nuestro país. Por ejemplo, en México, la conducta de su población evidencia que han aprendido a enfrentar los sismos cuando estos se producen.
Este es un caso interesante para analizar y corresponde a México, país donde se han producido eventos de gran magnitud en 1985, 2017 y 2022, y siempre en el mismo día: 19 de septiembre. En el cuadro 1, podemos apreciar la magnitud de estos eventos y el número de personas fallecidas.
Fuente: Allier, E. (2018). Memorias imbricadas: terremotos en México, 1985 y 2017. Revista Mexicana de Sociología.
Como puede apreciarse, el número de víctimas mortales se redujo de manera considerable, ya que la población comprendió la importancia de los simulacros.
En el Perú, las fechas para ejecutar simulacros son aprobadas por la Presidencia del Consejo de Ministros en su condición de ente rector del sistema nacional de gestión de riesgo de desastres (Sinagerd). En el caso de los simulacros del 2022 al 2024, se han establecido dos fechas de gran recordación para el Perú y una fecha de alcance internacional:
Las tres fechas son importantes porque, para el Estado peruano, resulta necesario que cada ciudadano se prepare y eduque mediante conductas ensayadas, frente a cualquier emergencia o desastre que pudiese ocurrir en el lugar geográfico donde habite. Por esa razón, se llama Simulacro Nacional Multipeligro, ya que la situación es diferente en cada región del país. Lo importante de la preparación es que la población eduque su conducta, cuando se produzca un evento de esta naturaleza según su frecuencia y magnitud.
En el caso de Lima, según el Plan de Prevención, Reducción y Riesgo de Desastres (PPRD), elaborado por la Municipalidad Metropolitana de Lima para el periodo 2024-2035, se han considerado dos posibles escenarios:
Enrique Silgado Ferro, en su investigación Historia de los sismos más notables ocurridos en el Perú (1513-1974), explica que el terremoto ocurrido en Lima el 28 de octubre de 1746 dio lugar a un maremoto que destruyó el Callao y produjo la muerte de más de 5000 personas. Solo se registraron 200 sobrevivientes.
Este es un ejemplo de lo que podrá ocurrir en Lima, pero los escenarios de riesgo difieren en cada región de nuestro país. Por eso, se requiere que nos preparemos y ensayemos conductas en los diferentes espacios donde nos encontremos (escuela, hogar, universidad, centro de trabajo, etc.).
Por la geografía de nuestro país, se presentan diferentes escenarios de riesgos que deben ser conocidos por todas las personas de cada circunscripción para que se preparen frente a un evento que se produzca. En ese sentido, debemos educar nuestra conducta y participar en los diferentes simulacros que se realicen en el país para adoptar una conducta ensayada cuando el evento se produzca. ¿Cómo actuaste durante la última situación de emergencia que viviste? Cuéntanos tu experiencia.
Es clave que la población peruana se prepare ante situaciones de emergencia de distinta magnitud que puedan surgir en cada región del país.
Abogada con Maestría en Gobierno y Gestión Pública y egresada del Doctorado en Derecho.
Con experiencia en políticas públicas, gestión de riesgo de desastres y servicio civil. Ha liderado equipos de trabajo en diferentes posiciones dentro del Estado. Cuenta con más de 20 años de experiencia en el sector público.
Ha trabajado en la Autoridad Nacional del Servicio Civil- SERVIR, ESSALUD, Ministerio Público, Ministerio de Agricultura y Riego.
Integrante de la comisión de ética del Colegio de Abogados de Lima.
Presidenta de la comisión de estudio de gestión pública del Colegio de Abogados de Lima.
La extinción del Tribunal del Servicio Civil causaría inseguridad jurídica a los servidores civiles, al no haber una institución que resuelva sus controversias individuales en una sede administrativa.
La unificación de Cenepred e Indeci en una sola entidad podría mejorar de manera considerable la gestión de riesgo de desastres para beneficio de la población.