Actualmente, China cuenta con un 42% de su PBI en infraestructura industrial. Una gran cifra comparada con el 13% o el 14% de nuestro país. Asimismo, ha cambiado. Pasó de ser una industria general con ventajas comparativas basada en la mano de obra barata y baja tecnología a una industria selectiva con competitividades basadas en alta tecnología y economías de escala.

Hoy en día, China es líder de industrias avanzadas como la automotriz y la ferrocarrilera y, en los últimos años, le ha arrebatado a Europa el liderazgo de las exportaciones en telecomunicaciones. El circuito comercial electrónico más avanzado del mundo se halla en el sur de China: Shenzen, Hong Kong y Cantón, que en solo 150 kilómetros a la redonda, constituyen el foco comercial de la electrónica y alojan las ferias más importantes de la especialidad.

Por su parte, la industria de la construcción y los insumos para ella, como pisos, tuberías, andamiajes, grúas y maquinaria, han logrado una tecnología muy desarrollada a precios altamente competitivos. Es así que diversos tipos de maquinaria pesada se exportan todos los días a los países del mundo.

Otros rubros donde China presenta un auge son los relacionada a la madera, en el que el mobiliario chino es de alta calidad al igual que los instrumentos musicales, especialmente los de viento; la industria de autopartes y los accesorios automovilísticos; los textiles; los juguetes; los adornos y la bisutería, productos que abundan y son muy solicitados, tanto en mercados mayoristas, como el de Yiwu, así como en la feria más grande de China, la de Cantón.

Finalmente, la tecnología china ha dado pasos agigantados en dos rubros en los últimos años: las células fotovoltaicas, antiguo dominio de Estados Unidos y al que lo está superando en calidad y precio, y las tecnologías de riego cuyo liderazgo pertenecía a Israel.

Un dato a considerar de cara al futuro es que anualmente 270 mil estudiantes chinos se preparan en universidades de Estados Unidos en busca del conocimiento y la tecnología que le permita a China seguir desarrollándose como un líder tecnológico. Por ello, no debería sorprender que el próximo Silicon Valley sea en Shangai.

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