¿Se requiere construir más hospitales o postas médicas para resolver los problemas de acceso a la salud en el Perú?, ¿es posible mejorar el sistema de salud? A continuación un análisis de cómo afrontar este reto desde la perspectiva de gestión por procesos.
A nivel organizacional la gestión por procesos tiene como objetivos mejorar la capacidad de la organización para adaptarse a los cambios a través de las modificaciones de los procesos integrados e incrementar su eficacia y eficiencia. Estas metas las consigue por medio de la identificación de aquellos procesos que están ligados directamente con sus clientes y los productos que ellos esperan de la organización.
Existen tres tipos de procesos: soporte, operativos y estratégicos. Los procesos de soporte son fundamentales para que se cumplan los otros procesos. El segundo tipo son los procesos operativos, estos producen un servicio o producto que satisface la necesidad del cliente, es decir, inicia y concluye su flujo productivo con el cliente.
De esta manera, en una institución prestadora de servicios de salud se buscará reducir al máximo la variabilidad de los procesos clínicos para dar una atención y respuesta única, que aumente la satisfacción de los pacientes así como que facilite el trabajo de los profesionales de la salud. Los planteamientos de la gestión por procesos y dentro de ella la mejora continua de procesos constituyen una propuesta útil para el perfeccionamiento de la gestión hospitalaria.
El proceso de servicio en un hospital sucede a partir de una entrada principal con la llegada de un paciente enfermo, una transformación que se traduce en atención médica, investigación, conocimiento y posteriormente una salida con valor añadida que significa un paciente curado. Para efectuar la transformación se precisan diversos insumos generados en procesos internos como los medios diagnósticos o los suministrados por proveedores externos.
¿No sería mejor impulsar establecimientos de primer nivel de atención óptimamente equipados para que los pacientes resuelvan sus necesidades de salud básica?
Por otro lado, los procesos estratégicos son aquellos que están orientados a mantener vigente a la organización, hacerla crecer o desarrollar su campo de influencia. Si esto se traslada al sector salud, esta clase de procedimientos le corresponde a la Autoridad Nacional de Salud: el Ministerio de Salud debido a que es una organización que tiene tareas fundamentales como asumir la rectoría de salid, así como representar al Estado como autoridad sanitaria nacional. Dentro de los procesos estratégicos relacionado con la función de la rectoría en salud se tiene el diseño e implementación de políticas públicas de salud, identificación de los recursos necesarios en salud, articulación e integración del sistema de salid, entre otros.
Por lo anterior, es prioritario que se pueda articular el denominado proceso estratégico dirigido a la mejora del sistema de salud en el Perú, el cual está conformado por tres niveles de atención como una forma ordenada y estratificada de organizar los recursos para satisfacer las necesidades de la población. De estos, es el primer nivel de atención el más cercano a la población ya que viene a ser el primer contacto del paciente ante un problema de salud. Este nivel permite una adecuada accesibilidad a la población al poder realizar una atención oportuna y eficaz debido a que se organizan los recursos que permiten resolver las necesidades de atención básicas y más frecuentes que pueden ser resueltas por actividades de promoción de salud, prevención de la enfermedad y por procedimientos de recuperación y rehabilitación.
Como es de público conocimiento, los sistemas de salud en el Perú y en Latinoamérica en general tienen grandes carencias en cuanto a fortalezas y extensión. La Organización Panamericana de la Salud refiere que esto se debe a la desorganización, falta de políticas de incentivos, financiamiento, costos elevados, distribución desigual de servicios y fundamentalmente la carencia de recursos humanos capacitados y dedicados a la atención primaria. En muchos casos, la organización misma (Ministerio de Salud como ente rector del sistema) en muchos sentidos se convierte en un obstáculo para el logro de un estilo de gestión orientado al proceso. Con el primer nivel de atención, el cual se caracteriza por contar con establecimientos de baja complejidad como consultorios, policlínicos, centros de salud, se resuelven aproximadamente el 85 % de los problemas prevalente.
Entonces ¿por qué tenemos establecimientos de primer nivel de atención tan precarios con escaza capacidad resolutiva?, ¿no sería mejor impulsar establecimientos de primer nivel de atención óptimamente equipados con la finalidad de que los pacientes resuelvan sus necesidades de salud básica más frecuentes y se sientan satisfechos con el servicio recibido?
Se le atribuye al prominente científico Albert Einstein la frase "Locura es hacer la misma cosa una y otra vez esperando obtener diferentes resultados", entonces, ¿por qué seguir manteniendo el actual sistema de salud ineficaz e ineficiente? ¿Acaso estamos todos locos?
¿No sería mejor impulsar establecimientos de primer nivel de atención óptimamente equipados para que los pacientes resuelvan sus necesidades de salud básica?
Actual CEO de Pharmaris Perú. Desarrollo de funciones directivas, gerenciales y de consultoría organizacional en diversas entidades del sector público y privado. Ha diseñado e implementado programas de formación a empresas multinacionales así como a instituciones del Estado. Ph. D. en Administración con mención en Dirección Estratégica por la Universidad San Ignacio de Loyola. MBA por la Universidad San Ignacio de Loyola - California State University Fullerton.
Aunque la productividad es un indicador clave para medir la competitividad de un trabajador, es necesario evaluar su aplicación en los servicios de salud. ¿Qué otros parámetros se deben analizar para conocer el valor que genera el personal de salud a la organización?
La gestión del potencial humano por indicadores se ha convertido en un verdadero desafío en las organizaciones. El lograr articular la gestión estratégica de los recursos humanos con la visión y objetivos organizacionales no suele ser un camino fácil de recorrer. Sin embargo, llegar a interpretar y medir el valor que generan nuestros colaboradores resulta crucial para la empresa.