Los últimos meses del presente año albergan algunas tendencias que se mantendrán en el 2016. Así tenemos que la recomposición de los créditos a favor de los soles (en vez de dólares) se mantendrá orientada por la decidida política del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) para desdolarizar el sector financiero. En cambio, la preferencia por los depósitos en dólares buscará ser contrarrestada por mejoras en las tasas de interés pasivas, lo cual ha venido ocurriendo recientemente. Por su parte, el dólar seguirá repuntando el próximo año.
En otro aspecto, la desaceleración económica seguirá marcando la pauta, a pesar que se espera que para el 2016 mejore la tasa de crecimiento del PBI. Ello ha conllevado a que se reduzcan los créditos corporativos y que la morosidad de los créditos asociados a medianas y pequeñas empresas se incremente. Del mismo modo, los créditos hipotecarios se vieron afectados en su evolución, aún cuando ello puede ser neutralizado el próximo año por el impacto de las nuevas normas de leasing inmobiliario.
En el contexto descrito los bancos se han visto mermados en sus márgenes y tuvieron que reducir sus costos operativos (menor contratación de personal o apertura de agencias). Se espera que para el inicio del 2016 se mantenga este comportamiento.
Ante la menor actividad económica, las personas tienden a endeudarse relativamente más para buscar sostener su ritmo de gasto, lo que genera un escenario de mayor riesgo para la banca personal. Los segmentos más dinámicos se asociarán a la inversión pública (hospitales, colegios carreteras, etc.) y los créditos que se asocien a dichas actividades se verán favorecidos
El año 2016 comenzará con una potencial presión negativa para el sistema en razón del fenómeno de El Niño, el cual impactará a los negocios relacionados al agro, pesca y a todo el comercio de las zonas más afectadas. También es posible que exista un deterioro considerable de la cartera microfinanciera y en los créditos relacionados a la agroexportación.
Por su parte, el entorno internacional nos traerá un incremento de las tasas de interés, en principio por las medidas largamente esperadas de la FED, y también por paulatina reactivación económica de EE.UU. En contraste, la desaceleración de la economía china implicará menor demanda por nuestras exportaciones, lo que significará, principalmente, una eventual desmejora en la cartera de créditos corporativos.
Finamente, sin duda, la coyuntura política en año de elecciones puede marcar un comportamiento marcadamente disímil en los dos semestres del año, en tanto que una elección ya definida mejore las expectativas económicas, propicie una recuperación de la inversión y en general favorezca el entorno crediticio.
¿Cómo observa usted el panorama del sector financiero nacional?
El Sistema Privado de Pensiones (SPP) ha sido puesto nuevamente en jaque con la nueva ley promulgada que permite el retiro del 95.5% de los recursos acumulados en la cuenta individual de capitalización (CIC) al momento de jubilarse*. Desde la lógica financiera, ¿cómo impactará ello al afiliado?