La salida de Estados Unidos del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), es una decisión grave que pone en relieve el populismo del presidente Trump sobre los intereses de largo plazo del país del norte. El nacionalismo y el proteccionismo se impondrán sobre el libre comercio y el liderazgo global.
Es necesario explicar que la salida de Estados Unidos de este acuerdo ha sido relativamente fácil por cuanto no estaba ratificado por el Congreso y el Senado de la potencia norteamericana. De otra manera hubiera sido un proceso largo y tedioso. Cada acuerdo tiene sus candados y sus cláusulas de penalidades para aquellos que unilateralmente decidan su retiro.
La iniciativa del TPP fue de Estados Unidos y del Japón, con la clara intención de excluir a China de este tratado. Ahora que el país del norte se ha retirado del TPP podemos recurrir a nuestras excelentes relaciones políticas con China para invitarlo a liderarlo, cosa que a todas luces le interesa al gigante oriental.
De otro lado, podemos ejercer nuestro derecho de negociar, bilateralmente, con los países miembros del TPP que no tienen acuerdos con el nuestro, como son los casos de Australia, Nueva Zelanda, Vietnam, Malasia y Brunei. Los dos primeros de mucho interés para nuestros empresarios.
La preocupación de muchos es que esta es una muestra de lo que nos espera con respecto a nuestro TLC con Estados Unidos. Despreocúpense, por ahora. Perú tiene una alianza comercial benevolente con ese país. No lo amenazamos con productos que compiten fuertemente con los fabricados o por fabricar en Estados Unidos, como es el caso de México que ya perdió 6,000 potenciales puestos de trabajo por la decisión de la empresa Ford de construir su planta de ensamblaje en USA en lugar del país azteca, a todas luces influenciado por la nueva administración.
Ahora que el país del norte se ha retirado del TPP podemos recurrir a nuestras excelentes relaciones políticas con China para invitarlo a liderarlo, cosa que a todas luces le interesa al gigante oriental.
Nuestros productos que se benefician con el TLC norteamericano son de baja competencia; tanto porque entran a ese mercado cuando los gringos están fuera de estación, como porque los volúmenes son poco significativos.
Sin embargo, hay que estar alertas. Los acuerdos comerciales no son solo para incrementar el flujo comercial entre dos o más países, sino que pueden utilizarse para hacer presión política sobre el más débil. Y nosotros, recuérdenlo, lo somos. Sino recuerden cómo Estados Unidos, en el 2005, nos ofreció la zanahoria, el TLC, a cambio de salirnos del ALCA que ellos mismos habían inventado. Y nos la comimos.
¿Cree usted que el Perú sabrá aprovechar las oportunidades que se presentan tras la salida de Estados Unidos del TPP?
Ahora que el país del norte se ha retirado del TPP podemos recurrir a nuestras excelentes relaciones políticas con China para invitarlo a liderarlo, cosa que a todas luces le interesa al gigante oriental.
Master of Education de University of Pittsburgh, Pennsylvania. Ex Presidente de la Cámara de Comercio Peruano Chino (Capechi).
Hace 15 o 10 años hablar de productos chinos suponía referirnos a juguetes, calzado o ropa de baja calidad y un precio sumamente asequible. Pero ahora la oferta de productos del gigante asiático ha cambiado. ¿Cómo analizar la calidad y precios de estos productos?
Si pensamos que la confrontación comercial entre Estados Unidos y China impactará en la economía peruana, estamos equivocados. Hay que tener en cuenta que nuestra condición es de exportadores de materias primas no procesadas. La repercusión que generarán los dos poderosos es otra y aquí te la contamos.
El caso de los productos importados en China en mal estado remeció el mercado y puso en cuestión a las autoridades sanitarias del Perú. ¿Cuál es la verdad si se mira lo que estipula el comercio internacional?