Los mercados internacionales se comportan en forma diferente a las plazas locales. Estas son más estables y su ciclo de vida es más largo. Por esa razón los exportadores de bienes y servicios deben estar atentos a los frecuentes cambios que se suceden en destinos tan lejanos que resulta difícil mantener una atención permanente en ellos.

Muchas empresas peruanas han optado por crear oficinas en los lugares adonde llegan sus productos, desde las cuales monitorean el comportamiento de los consumidores. Entre otros aspectos se estudia el cambio de preferencias por atributos diferentes a los que demandan actualmente.

Por ejemplo: no hace mucho, la uva Red Globe peruana, caracterizada por ser roja, de grano grande y racimo homogéneo, reinaba en el mercado chino en una estación en que prácticamente estaba sola en ese mercado. Sin embargo, y para sorpresa de los agricultores, de una campaña a otra los consumidores chinos comenzaron a demandar uva sin pepa. Esto obligó a los productores a cambiar, con nuevos injertos, a uvas sin semilla (seed less). 

Los mercados internacionales se comportan en forma diferente a las plazas locales. Estas son más estables y su ciclo de vida es más largo.

El costo de esta modificación, como se lo pueden imaginar, fue alto. También tomó un buen tiempo estabilizar la nueva oferta. Una vez que un bien o un servicio ha sido introducido en el nuevo mercado, constituye un desafío para el exportador mantenerse en él.

Así, el ingreso del fruto sin pepa abre paso a varias preguntas. ¿Será una moda o se convertirá en tendencia?, ¿cuánto se debe invertir en él, de tal manera que sea rentable? y, sobre todo, ¿cuál será el nuevo producto o servicio que lo sustituirá, en caso no sea una inclinación duradera y apenas sea algo pasajero?

Estos cambios en el comportamiento de los consumidores en mercados lejanos constituyen una de las razones que explican el incremento en las partidas de exportación. Sin embargo, existen otras motivaciones igualmente importantes.

Empresas y mercados

Las variaciones en el número de empresas exportadoras también explican las variaciones en los movimientos de partidas arancelarias hacia el exterior. En el período 2008-2016, las compañías que realizaron despachos fuera del país solo aumentaron en 1 %, pero se han registrado picos hasta llegar a 8 340 en el 2014, reduciéndose el año pasado a 7 182.

También tenemos el factor del número de países, que influye en el total de las partidas utilizadas. En ese sentido hay que tomar en cuenta que el Perú ha suscrito más de veinte acuerdos comerciales bilaterales, que involucran mercados atractivos para nuestros exportadores debido a su tamaño, cercanía, expansión de la clase media, ingreso per cápita, entre otros.

El número de plazas de destino hacia donde realizaron ventas las empresas peruanas creció hasta llegar a 191 en el 2014, año en que los Tratados de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos y China, nuestros principales mercados de exportación, se consolidaron. Sin embargo el número de destinos decreció en 2016 hasta regresar a 176, igual que en el 2008.

Incrementar el número de partidas despachadas al exterior significa contar con mayor oferta exportable a través de nuevos productos. Estos son elaborados por numerosos trabajadores, con insumos importados o producidos en el país, y generan miles de puestos de trabajo y un crecimiento de la economía formal.

¿Cree usted que los rubros de exportación de las empresas peruanas seguirán aumentando en los siguientes años? ¿Por qué?