En los últimos meses el precio del oro ha venido cayendo y hoy se ubica por debajo de los US$ 1,300 por onza. Si bien hay algunas voces que alertan que esta tendencia podría continuar -lo cual produciría la quiebra de muchas mineras-, lo cierto es que las estimaciones de los principales bancos y casas de bolsa indican que este metal experimentará un alza hasta llegar nuevamente a valores de US$ 1,500.
Sobre los motivos de la actual caída, podemos decir que cualquier problema que se produzca Estados Unidos y los países de la Comunidad Europea, va a ser siempre un factor que incida en el valor del metal precioso. En ese sentido, el bajón sufrido en su precio parece haberse producido por varias razones:
A pesar de ello, lo que ha actuado como una salvaguarda para el oro es que la economía norteamericana tiene sus reservas orientadas en este metal. A dicho país no le resultaría ni mucho menos conveniente empezar a venderlas ahora cuando su precio está bajo, por lo que no hay peligro de que echen mano de ellas.
Por otro lado, desde el comienzo de la crisis financiera la tendencia del dólar ha sido hacia la baja ya que, al ser una divisa perteneciente a un país que se está deteriorando, se ha visto reducida su demanda. El rebrote que tenemos actualmente en el Perú obedece a que nuestras exportaciones se encuentran en negativo y la balanza comercial parece estar peligrando. En ese contexto, los fundamentos indican la necesidad de una presión del tipo de cambio hacia arriba para lograr un equilibrio.
Otro factor importante es que, al estar actualmente las remesas yéndose hacia afuera, se ha producido una contracción en la oferta de dólares, lo cual ha producido un brote de esta moneda hacia arriba, y por lo tanto, una depreciación del nuevo sol. Esta coyuntura se debe a la urgencia de liquidez que vienen experimentando los países industrializados, lo cual los ha obligado a llevarse sus capitales.
Como hemos intentado explicar, la curva del dólar no es hacia el alza, ya que la apreciación observada es meramente estacional1. En ese sentido, se espera que en el mediano plazo siga teniendo una tendencia decreciente y el oro una creciente, aunque ambas mucho más estabilizadas.
En su opinión, ¿qué otros factores podrían cambiar las proyecciones a mediano plazo del oro y el dólar?
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1 Una de las estacionalidades se da por ejemplo en las gratificaciones de medio y fin de año, cuando la gente compra dólares para venderlos después, lo que genera movimientos en el tipo de cambio. Las empresas en la época de pago de impuestos empiezan a hacer lo mismo.
Ph. D. en Economía, West Virginia University. Maestría en Economía por la Universidad de Alicante. Licenciado en Economía por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Profesor Visitante en Jean Moulin, Lyon- Francia. Ex miembro del comité de la Presidencia de Consejo de Ministros para selección de Jefe del INEI.
Las reservas internacionales netas (RIN) del Perú hasta abril de este año ya alcanzaron un nivel muy superior al 2022. Este monto asegura que el país podrá responder ante retiros inesperados de capitales del sistema financiero.
El Perú y el resto de países latinoamericanos deben tomar medidas para afrontar problemas internacionales, como la guerra entre Rusia y Ucrania, el colapso del Silicon Valley Bank y la inestabilidad política de la región.
La economía peruana cierra el año con un crecimiento muy débil y se prevé que podría no crecer durante el 2023. Sectores como servicios y comercio aportaron mucho durante el 2022, pero es necesario reactivar otros igual de importantes como construcción.