Las reservas internacionales netas (RIN) del Perú hasta abril de este año ya alcanzaron un nivel muy superior al 2022. Este monto asegura que el país podrá responder ante retiros inesperados de capitales del sistema financiero.
Las reservas internacionales netas (RIN) son un indicador macroeconómico importante para todo país, ya que demuestran su capacidad de respuesta ante cambios bruscos en el ámbito financiero. Hasta abril del 2023, las RIN del Perú sumaron USD 74 160 millones, según el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP). Este monto es mayor en USD 2 277 millones al registrado al cierre del 2022. ¿Qué implicancias tiene este aumento para la economía nacional?
El BCRP define a las RIN como la liquidez internacional que posee un país para enfrentar choques macroeconómicos adversos y salidas inesperadas de capitales, además de reducir la volatilidad del tipo de cambio. En caso de salidas de capital, las RIN proveen fondos en moneda extranjera a las entidades del sistema financiero para aliviar los efectos de la contracción de la liquidez y prevenir posibles reducciones drásticas del crédito a privados.
La creciente globalización financiera y un mal manejo de las finanzas públicas puede acelerar la salida abrupta e inesperada de capitales en determinados mercados. Por ello, todo país debe mantener sus RIN en un nivel adecuado para garantizar su capacidad de pago de deuda externa y margen de maniobrabilidad, a fin de amortiguar cambios bruscos en el tipo de cambio y demostrar la solidez de la moneda local. Vale reiterar que solo deben usarse en casos de contingencia muy concretos. Por ejemplo, el Perú no las empleó durante la pandemia, sino que optó por usar el fondo de estabilización fiscal (FEF).
Al 19 de abril de este año, las RIN peruanas equivalían al 30 % del producto bruto interno (PBI). Este último resultado se explicaría por la inversión extranjera que recibió el país y por la buena gestión macro de Julio Velarde, quien aprovechó en adquirir dólares ahora que su valor ha descendido, así como hizo en el período del 2006 al 2013. Otro factor a considerar es el atesoramiento en las reservas de oro de manera significativa.
La Cámara de Comercio de Lima (CCL) estimó que el buen desempeño de las RIN peruanas las ubica por encima de las de otras economías poderosas de la región, como Brasil y Colombia, cuyas reservas solo concentran el 16.7 % y el 17.6 % de sus PBI, respectivamente. Todo ello permite dar señales al mercado internacional de los sólidos fundamentos macroeconómicos que posee el Perú.
Hasta antes de la pandemia, se estima que un tercio de las RIN peruanas pertenecían al BCRP, otro tercio al Gobierno y el último tercio a la banca privada. Hoy, el BCRP concentra el 70 % de este monto. Si bien el modelo económico y la Ley de Prudencia y Transparencia Fiscal se están cumpliendo, no se proyecta que las reservas aumenten mucho más en el transcurso de los años.
Todo país debe mantener sus reservas internacionales en un nivel adecuado para garantizar su capacidad de pago de deuda externa, amortiguar cambios bruscos en el tipo de cambio y demostrar la solidez de la moneda local.
Ph. D. en Economía, West Virginia University. Maestría en Economía por la Universidad de Alicante. Licenciado en Economía por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Profesor Visitante en Jean Moulin, Lyon- Francia. Ex miembro del comité de la Presidencia de Consejo de Ministros para selección de Jefe del INEI.
El Perú y el resto de países latinoamericanos deben tomar medidas para afrontar problemas internacionales, como la guerra entre Rusia y Ucrania, el colapso del Silicon Valley Bank y la inestabilidad política de la región.
La economía peruana cierra el año con un crecimiento muy débil y se prevé que podría no crecer durante el 2023. Sectores como servicios y comercio aportaron mucho durante el 2022, pero es necesario reactivar otros igual de importantes como construcción.