El mercado de capitales peruano está a un paso de implementar los cambios necesarios para su despegue y que se convierta en un verdadero instrumento de desarrollo para personas y empresas, como sucede en otros países. A continuación, un análisis de las acciones pendientes para tener un mercado de capitales desarrollado en favor de la economía nacional.
En julio de este año, el Ejecutivo presentó al Congreso el proyecto de ley N° 1659/2016-PE, que promueve el desarrollo del mercado de capitales peruanos. Esta iniciativa propone modificaciones a la Ley de Mercado de Valores y a la Ley de Fondos de Inversión, con el fin de fortalecer la industria de fondos mutuos y la de fondos de inversión, así como ampliar la participación de los agentes de intermediación en el mercado de capitales.
Se autoriza la negociación de facturas y otros instrumentos de negociación no masiva en forma directa, es decir, sin intermediarios en la Bolsa de Valores.
Un aspecto no menos importante es que la norma permite que los fondos de inversión puedan participar en actividades como préstamos de valores, compra y venta de moneda extranjera.
Para el caso de los fondos de inversión la norma propone reducir el capital mínimo exigido a las Sociedades Administradoras de Fondos de Inversión a menos del 0.75 % del patrimonio administrado.
Permite el rescate anticipado de cuota de participación en el fondo. Un aspecto no menos importante es que la norma permite que los fondos de inversión puedan participar en actividades como préstamos de valores, compra y venta de moneda extranjera, adquisición de carteras de créditos, instrumentos de rendimiento estructurado, entre otros.
Las modificaciones permitirían que las administradoras de fondos mutuos subcontraten a otras instituciones para desarrollar labores de gestión de activos, distribución de cuotas y otras actividades contables y operativas.
También se incorpora la figura del distribuidor de fondos mutuos, institución que puede utilizar cuentas ómnibus y plataformas electrónicas para distribuir entre sus clientes las cuotas de participación en los fondos mutuos.
En una señal de respeto a la institucionalidad, el Ejecutivo nombró en octubre pasado al nuevo superintendente de Mercado de Valores, José Manuel Peschiera, respetando así los seis años de ejercicio del cargo. El cambio ha generado optimismo en el mercado, y estas son algunas de las acciones urgentes que debe trabajar la nueva gestión:
El pasado 2 de noviembre, el Pleno del Congreso aprobó por 75 votos a favor, uno en contra y nueve abstenciones el proyecto de ley N° 1659/2016-PE en primera votación. Felicitamos al Ejecutivo y al Congreso por tomar las acciones tendientes a mejorar el mercado de capitales peruano.
Un aspecto no menos importante es que la norma permite que los fondos de inversión puedan participar en actividades como préstamos de valores, compra y venta de moneda extranjera.
Director de ESAN Business Law. MBA con mención en finanzas de ESAN. Abogado de la Universidad de Lima. Gerente General de La Fiduciaria S.A, empresa líder de servicios fiduciarios en el Perú que cuenta con el respaldo de Credicorp, Interbank y Banco Sudamericano. Experiencia local e internacional en la alta dirección de empresas, experiencia en diseño e implementación de proyectos y desarrollo de estrategias empresariales.
Los problemas de corrupción son habituales en el desarrollo de obras públicas en el Perú y esta situación puede darse con las actuales condiciones del programa Arranca Perú. Para evitar ello, los fideicomisos se presentan como una solución, pero se requieren algunas condiciones previas.
Durante el pasado gobierno de Ollanta Humala se implementaron dos herramientas para contribuir a la formalización de la economía: el dinero electrónico y el factoring. La primera tiene como objetivo que más personas usen los canales electrónicos para sus transacciones. Por su parte, la segunda busca dar liquidez a las empresas, sobre todo a las más pequeñas.
El fideicomiso empieza a desarrollarse en el Perú hacia el año 2001, cuando los bancos comienzan a verlo como una herramienta para mejorar las garantías de crédito. Recordemos que en aquel entonces todavía nos encontrábamos en un período recesivo y los bancos querían reestructurar compañías utilizando una herramienta que les dé mayores ventajas. Es así como empezaron a utilizar el fideicomiso.