Mucha veces dejamos de lado la importancia de programar y presupuestar este tipo de eventos, de modo que al final terminamos haciendo lo primero que se nos presenta. Sin importar, por su supuesto, el costo de dicha actividad. Al no disponer de mucho tiempo para decidir, ya no tenemos holgura para evaluar opciones, y corremos el riesgo de seleccionar la opción más cara, o peor aún, quizás embarcarnos en una aventura sin tener idea del gasto que comprometerá.
Por lo tanto, lo ideal sería comportarnos igual que una empresa (la verdad, lo somos) y tomar nota con anticipación de los feriados establecidos para el presente año y así poder presupuestar cuál o cuáles podremos tomar. Evaluar las actividades que se podrían realizar, el formato del viaje que deseamos hacer y, por ende, los costos de lo planeado. Con ello podremos tomar una decisión acorde con nuestros ingresos que nos permita tener el descanso deseado sin condenarnos a una futura crisis financiera personal.
Pero, ¿cómo empezar el plan?
Debemos recordar que, cada vez que emprendemos un viaje o una actividad fuera de casa, siempre debemos incluir en el presupuesto un monto para imprevistos, esos que generalmente deberíamos llamarles "previsibles", dado que sabemos de antemano que aparecerán.
Ejemplo típico de ellos son las compras intempestivas de objetos, alimentos, paseos o visitas adicionales. En fin, los famosos extras que muchas veces le dan el toque a nuestro viaje. Tengo la sensación que estos toques nos dan la sensación de libertad. Es bueno sentirse así, pero debemos ponerle un rango para que esa sensación no nos lleve a una desazón.
No olvide escoger un esquema que pueda pagar en un plazo inferior a los seis meses, pues no es para nada recomendable hacer cosas que duren unos cuantos días pero que las termine pagando durante años. En ese sentido, los financiamientos deben tener alguna relación con el plazo de duración de la inversión o en este caso de lo que funge como tal.
De lo contrario, imagínese lo que significaría para usted pagar durante dos años cuotas por un artefacto que le duró menos de uno. Lo mismo sucede con los viajes. Fináncielos en plazos cortos, y si no le es posible hacerlo, entonces revalúe el tipo de viaje a fin de que el monto del mismo sea menor.
¡Disfrute sus feriados, pero también hágalo con sus post-feriados!
Y usted estimado lector, ¿se maneja como empresa cada vez que emprende una de estas actividades?
MBA y Magister en Investigación por ESAN. Se encuentra culminando estudios doctorales. Profesora del área de Finanzas de ESAN. Reconocida consultora de diversas empresas públicas y privadas en su campo. Ha ejercido la administración de proyectos financiados por agencias internacionales en el campo del desarrollo.
El abanico de ofertas para abrir una cuenta bancaria en el Perú es enorme. Si ya elegiste una opción, ten presente que lo mejor es desarrollar una relación a largo plazo para acceder a mejores beneficios.