Una relación saludable se basa en la confianza. Lo mismo sucede con los bancos, sus clientes y ese puente llamado crédito. Recordemos que esta última palabra proviene del latín credere, que significa "confiar". Si aplicamos este concepto en el ámbito bancario, es importante que los clientes desarrollen una relación duradera con la entidad que les brinda el servicio, para que conozcan mejor sus perfiles y puedan recibir mejores condiciones.
Resulta importante desterrar la creencia que es mejor tener diversos productos financieros con distintos bancos, pues esta práctica solo ocasiona que nuestro poder de negociación disminuya ante las entidades.
Las tasas de interés y los plazos preferenciales que un banco pueda conceder dependerán del récord que registra la persona que los solicita. Por ello, no es recomendable cambiar de banco con frecuencia o abrir cuentas en varias entidades para distribuir ingresos generados por diversas actividades. Es mejor elegir uno solo y explicarle, desde el inicio, en qué se destinará el dinero ahorrado.
Al banco le interesa desarrollar una relación a largo plazo con sus clientes para reducir el riesgo de perder capital.
Al banco también le interesa desarrollar una relación a largo plazo para reducir el riesgo de perder capital. Si está seguro del buen comportamiento de sus clientes, podrá brindarles mejores tasas de interés, asegurar más dinero, expandir su mercado y reducir sus costos. Los beneficios aplican para ambas partes.
Cada vez que el cliente tenga dudas respecto a una operación complicada, lo mejor será consultarlo de forma directa con un ejecutivo del banco. Así demostrará su interés por desarrollar una relación más duradera con esta entidad y podrá ascender de categoría o rango para recibir mayores beneficios.
Ante la posibilidad de cambiar de banco, para recibir más beneficios, lo mejor será consultarlo primero con el actual para saber si puede ofrecer algo similar. Así evitaremos cortar una relación de largo tiempo solo por unos soles más. La mejor forma de conseguir tasas de interés más auspiciosas es por el grado de confianza con el banco. Y eso se logra con el tiempo.
Finalmente, recordemos que un banco es la respuesta a tus necesidades financieras, pero no sabrá cuáles son si no se las trasmites. Puedes encontrar muchas ofertas en el mercado, pero debes evaluar otras condiciones, más allá del dinero que puedas recibir. Recuerda que el mejor banco es aquel donde se encuentran las personas que conoces y en quienes confías. ¿Cómo es tu relación con el banco en el que estás afiliado? Cuéntanos tu experiencia.
Al banco le interesa desarrollar una relación a largo plazo con sus clientes para reducir el riesgo de perder capital.
MBA y Magister en Investigación por ESAN. Se encuentra culminando estudios doctorales. Profesora del área de Finanzas de ESAN. Reconocida consultora de diversas empresas públicas y privadas en su campo. Ha ejercido la administración de proyectos financiados por agencias internacionales en el campo del desarrollo.