Desde la inversión privada este es un tema que desde hace años se viene impulsando, con logros destacados en propuestas de nuevas tecnologías y buenas prácticas ambientales, que permiten ahorros en el uso de recursos naturales, uso de energías no contaminantes, así como la mejora de la rentabilidad de las empresas. Un caso destacable en este impulso son los Doce puntos de trabajo para un futuro ecoeficiente, que es una propuesta del WBCSD (Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible) dirigida al mundo empresarial, que nació en la Cumbre de la Tierra, en Río de Janeiro, 1992.
Un aspecto clave para cimentar dichos cambios en nuestro país, es incorporar el enfoque de ecoeficiencia en los proyectos de inversión pública. Durante los últimos dos años, el monto de inversión pública anual, según datos del MEF, supera los diez mil millones de soles, cifra que traducida en obras y actividades, implica impactos importantes en los ecosistemas naturales y sociales, impactos que deben ser manejados con un criterio de ecoeficiencia para mejorar la rentabilidad social y empresarial. En el caso del sector privado, la inversión anual en los últimos años supera los 45,000 mil millones de soles. En el presente artículo, vamos a exponer una propuesta para incorporar el enfoque de ecoeficiencia en los proyectos de inversión pública.
Según la Guía de Ecoeficiencia del Sector Público, publicado por el MINAM, "la ecoeficiencia está basada en el concepto de crear más bienes y servicios utilizando menos recursos y generando menos residuos sólidos, menos residuos líquidos, menos emisiones, y por lo tanto menos contaminación ambiental. (Pág. 11).
Es por ello que la ecoeficiencia está directamente relacionada al desarrollo sostenible, ya que equivale a optimizar el aprovechamiento de los recursos disponibles, cuidando de no afectar el entorno ambiental, a la vez que busca garantizar la existencia de recursos suficientes para las generaciones venideras.
La ecoeficiencia tiene una relación muy estrecha con las actividades que se generan en los proyectos de inversión. Hoy podemos encontrar dos maneras de asumir dichos procesos.
Gráfico 1
Enfoque tradicional vs enfoque ecoeficiente en el proceso de inversión
La incorporación del enfoque de ecoeficiencia en los proyectos de inversión pública, plantea la concepción e implementación de un conjunto de medidas preventivas orientadas al uso eficaz y eficiente de los recursos de inversión, evitando impactos negativos en el ambiente, la salud de las personas y en general de todas las especies, con la finalidad de brindar una mejor calidad del servicio y conseguir una mejor satisfacción de los beneficiarios.
Gráfico 2
Se propone la siguiente aplicación de medidas de ecoeficiencia en las diversas fases de un Proyecto de Inversión Pública:
Cuadro 1
Cabe resaltar que con la aplicación de las medidas de ecoeficiencia en los proyectos de inversión pública, buscaremos contribuir a resolver algunos de los problemas ambientales que, a manera de ejemplo, mostramos en el cuadro siguiente, los cuales agobian actualmente a las sociedades modernas y a la humanidad en general.
Cuadro 2
Secuencia causa efecto de problemas socio ambientales
Las medidas de ecoeficiencia deben especificarse desde la fase de estudios del proyecto, y buscan prevenir la ocurrencia de impactos negativos, tanto en la fase de inversión, donde se realizan muchas actividades que pueden generar impactos socio ambientales negativos, como en la fase de operación de un proyecto, donde los nuevos componentes que se integran en un escenario geográfico, comunidad o ecosistema natural, al momento de operar, pueden producir impactos no deseados que a su vez serán generadores de nuevos problemas. De ocurrir esto último, se tendrían que incurrir en nuevos gastos para resolver esos problemas que antes no existían.
Por ejemplo un componente de un nuevo proyecto, como puede ser un reservorio de agua, generará un espejo de agua donde antes no había, afectando el clima, a la vez que producirá una determinada presión de agua sobre el suelo, con efectos no deseados sobre el hábitat de la zona. Otro caso, el uso de bombillas o calentadores en base a petróleo o carbón, pueden incrementar la producción de gases de calentamiento global y contribuir al smog que afecta la salud de los seres vivos.
Con buenas prácticas ambientales, o con tecnologías que no perjudican la cantidad y calidad de los recursos naturales, la sociedad se ahorraría costos ambientales y sociales muy altos.
En la actualidad, el Sistema Nacional de Inversión Pública no propone un mecanismo de razonamiento que conduzca a los formuladores de proyectos, así como a los ejecutores y operadores de los mismos, a identificar los factores causales de los problemas, así como la solución a los mismos, con la adopción de medidas de ecoeficiencia. Lo que propone el SNIP es la elaboración de un EIA, a la mejor alternativa, con un propósito básicamente de mitigación de impactos, pero no de prevención de los mismos.
Es decir, se apuesta por aceptar los impactos y buscar la mitigación del mismo, con los daños socio ambientales y costos que de todas maneras acarrean, antes que por evitar el mismo y ahorrarse el costo de la mitigación, compensación u idemnización que se debe pagar a la sociedad.
La propuesta que hacemos desde este artículo, es que el SNIP debe desarrollar y capacitar a los formuladores, ejecutores y operadores de proyectos, en conocimientos sobre las medidas de ecoeficiencia que mejor se adecúen a los diversos tipos de actividades y de componentes que caracterizan a los proyectos de inversión pública. De manera que para cada actividad que se va a realizar en la fase de construcción de una obra, así como en el diseño de cada infraestructura que se va a insertar en un medio ambiente determinado (puentes, carreteras, colegios, postas médicas, irrigaciones, etc), se elaboren Manuales de buenas práctica ambientales, así como del uso de Tecnologías Ecoeficientes.
También se deben preferir las compras de productos e insumos con tecnología de procesos verde, o en su defecto, desarrollar tecnologías propias con esas características. Todos esos pasos a seguir en la implementación de las medidas ecoeficientes, deben nacer desde la discusión de las causas de un problema, buscando soluciones que sean totalmente positivas y amigables con el hábitat donde se insertan, contribuyendo al Desarrollo Sostenible.
De darse este paso, el Perú estaría teniendo una actitud pro activa en su lucha por preservar el medio ambiente, mejorando la calidad de vida, rentabilizando mejor la eficiencia de las empresas, y pensando en las necesidades de las generaciones futuras. No hacerlo, es esperar el crecimiento de los problemas actuales a niveles que lamentablemente, podrían ser no manejables y con consecuencias desastrosas.
¿Qué otras medidas pueden tomarse en cuenta para incorporar un enfoque de ecoeficiencia en los proyectos de inversión pública?
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1 Este propósito se concretó durante la cumbre sobre Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible de Río de Janeiro, en 1992, y se ha reafirmado en la Cumbre Mundial de Desarrollo Sostenible (Johannesburgo, 2002), así como en la cumbre Rio+20, realizada recientemente en junio 2012, Brasil.