El estudio de viabilidad es una evaluación técnica que permite determinar la factibilidad de un proyecto. Se encarga de analizar los factores internos y externos, como plazos, presupuestos, requisitos legales, entre otros, que ayudarán a su éxito comercial.
Sin embargo, no solo se usa para pronosticar las ganancias financieras y de rentabilidad del proyecto. Esta evaluación también permite identificar sus fortalezas y debilidades. Además, podría revelar nuevas ideas que cambien completamente el proyecto.
Por ello, el estudio de viabilidad resulta beneficioso para la organización, pues permite tomar decisiones inteligentes y detectar nuevas oportunidades. Esto no solo amplía la visión comercial de la organización, sino también incrementa sus probabilidades de éxito.
Pero, ¿cómo está compuesto un estudio de viabilidad? Este presenta tres elementos claves:
Rentabilidad: Se refiere a la capacidad de generar ganancias que satisfagan la inversión y el esfuerzo requerido.
Solvencia: Es la capacidad del proyecto de asumir sus compromisos financieros a largo plazo. En otras palabras, si puede manejar adecuadamente su flujo de ingresos y egresos.
Riesgo: Está definido por la probabilidad e impacto de un evento. Es decir, la posibilidad de que éste pueda afectar negativamente al proyecto en base a la gravedad generada.
En tanto, existen diversos aspectos que se deben tomar en cuenta a la hora de elaborar un estudio de viabilidad. Dependiendo de la evaluación de estos elementos, se puede clasificar en distintos tipos. Estos son los más importantes:
Viabilidad técnica
En esta evaluación, la empresa analiza si cuenta con la tecnología y los recursos necesarios para la ejecución de un proyecto. Cabe aclarar que no solo realiza una evaluación interna, sino que analiza si es técnicamente posible.
Viabilidad económica
Es probablemente el estudio de viabilidad con mayor relevancia para la aprobación de un proyecto. Para este análisis, la organización realiza una comparativa entre los costos y los beneficios del proyecto. Esto implica la asignación de presupuestos para la compra de recursos, la contratación de personal, entre otros.
Si desde un inicio se prevé que no existen los implementos necesarios para asumir el proyecto dentro de los plazos estimados, lo más factible es cambiar de plan.
Viabilidad legal
Aquí se verifica si el proyecto cumple los requisitos legales que contempla la normativa jurídica. Para este análisis, se debe tener en cuenta las leyes de dimensión social --como las de protección al consumidor-- y las de dimensión ambiental.
Respecto a este último punto es importante que las externalidades del proyecto no sean superiores a los beneficios del mismo. En caso contrario, no sería rentable para la organización y --peor aún-- podría dañar la imagen corporativa de la compañía.
Viabilidad de programación
En el estudio de viabilidad, la empresa plantea los tiempos que tomará la ejecución del proyecto. Al respecto, las partes interesadas (stakeholders) examinan si la organización podrá cumplir con dichos plazos en el tiempo estimado.
Fuentes:
Estudio de viabilidad y su importancia en la gestión de proyectos
Estudio de viabilidad de un proyecto: estructura e importancia
MBA por la Université du Québec-Montreal. Magíster en Administración por ESAN. Programa de Alta Dirección (PAD) por la Universidad de Piura. Economista por la Universidad Mayor de San Marcos. Profesor de los Programas de Finanzas de ESAN. También es consultor de empresas. Ha sido director del Banco de Comercio, Alpeco, Cadena de Hoteles Las Américas; Gerente de Riesgos de INTERFIP; Jefe de la División de Control de Instituciones de la Superintendencia de AFP; Gerente de Finanzas de Latam S.A. (GE); Gerente de Finanzas del ICE; Gerente General Adjunto, Gerente Central de Finanzas y Gerente de Tesorería del Banco Industrial del Perú, entre otros.
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