En estos últimos años se están rompiendo la cultura y los valores de la democracia norteamericana. Los estadounidenses construyeron dos grandes partidos políticos: el Partido Demócrata y el Partido Republicano. El primero ha representado en términos gruesos los intereses de los trabajadores y movimientos sociales, en tanto el segundo, los intereses de las corporaciones y la mayor parte de lo que se conoce como el "establecimiento".
El sistema democrático en Estados Unidos se ha desarrollado, durante más de 200 años, mediante una alternancia en el poder entre ambos partidos políticos, en virtud de la cual los demócratas han gobernado ocho años y los republicanos otro ochenio, y así sucesivamente.
Cuando gobernaban los demócratas eran emitidas leyes de índole social, se aumentaba los impuestos a los ricos, se fortalecían las leyes laborales a favor de los trabajadores, se preocupaban por los temas vinculados a las pensiones, la salud, el acceso a los conocimientos, la educación, etc. Y cuando llegaban los republicanos al gobierno, implementaban programas a favor de los sectores corporativos, se daba incentivos a la inversión y se reducían los beneficios sociales.
En el curso de esa alternancia en el poder, mientras uno de los mencionados partidos gobernaba y aplicaba su programa, el otro le permitía hacerlo y no le hacía la vida imposible. Se consideraba que el partido gobernante tenía el legítimo derecho a aplicar sus propuestas electorales y por las cuales había sido elegido. Es así como Estados Unidos ha progresado: durante ocho años se beneficiaban unos y durante los otros ocho años otros. Y en el camino, la clase media fue creciendo y el progreso se iba dando mutatus mutandis.
Pero esta tradición se está dejando a un lado. Los Estados Unidos se está hoy copiando el tipo de política que sucede por ejemplo en países como el Perú, donde al entrar un gobierno de izquierda los opositores le hacen la vida imposible, los medios de comunicación lo atacan, y los presentan como los indeseables que arruinarán las inversiones y destruirán la economía del país.
En los últimos años se ha visto cómo el gobierno de Barack Obama no ha podido todavía restituir las tasas impositivas a las ganancias que fueron disminuidas por los últimos gobiernos republicanos; no se está privilegiando el acceso a los conocimientos, tecnologías o a los medicamentos genéricos, sino al contrario, se fomenta la extensión de los derechos establecidos de propiedad intelectual; no se ha matizado debidamente el rescate a los bancos o banqueros que se "timbearon" los ahorros del público y asumieron riesgos sin balancearlos adecuadamente con aquellos de la sociedad.
El Partido Demócrata ha tenido mayores dificultades para implementar sus programas; las leyes y acuerdos sobre el tratamiento a la inmigración y muchos otros temas más difíciles de lograr; la aparición de los fundamentalismos (Tea Party) produce la ideologización e impide los balances y el debido consenso. Como consecuencia de todo ello, los datos demuestran que la clase media se está reduciendo y los Estados Unidos se están volviendo una sociedad más intolerante y desigual.
De acuerdo a lo señalado por el profesor Santiago Roca, ¿hacia dónde cree usted que va los Estados Unidos?
Profesor Principal y Director del Centro de Propiedad Intelectual, Competencia, Consumidor y Comercio (CEPIC) de la Universidad ESAN. Ha sido Consultor en UNCTAD, Ginebra, Presidente de Directorio de INDECOPI, Vocal de la Sala de Defensa de la Competencia, entre otros. Ph. D. por Cornell University.
El Perú es un país muy rico en biodiversidad que, lamentablemente, no está aprovechando totalmente tal condición. Dadas estas características es preocupante que exista -a nivel global- una corriente que pretende imponer un modelo de desarrollo agroindustrial basado en los transgénicos, que apunta hacia la commoditización de las plantas y productos agrícolas, y que puede dañar la biodiversidad con peligrosos efectos en la salud.