El espíritu mundialista y su impacto en la economía

El espíritu mundialista y su impacto en la economía

A unos meses del tan esperado inicio del mundial de fútbol, la pasión y el espíritu de fiesta se deja sentir en los peruanos, pero ¿cuál es el impacto que esta celebración genera en la economía?

Por: Oswaldo Morales Tristán el 10 Abril 2018

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"El fanático es el hincha en el manicomio (...) nunca viene solo. Metido en la barra brava, peligroso ciempiés, el humillado se hace humillante y da miedo el miedoso. La omnipotencia del domingo conjura la vida obediente del resto de la semana, la cama sin deseo, el empleo sin vocación o el ningún empleo: liberado por un día, el fanático tiene mucho que vengar"

Eduardo Galeano, escritor y periodista uruguayo, pero sobre todo fanático del fútbol.

Estamos a unos meses de que se inicie la fiesta del mundial de fútbol y todos los peruanos estamos todavía viviendo un sueño después de 36 años de haber clasificado. Por alguna razón que no entiendo, mi ánimo es mucho mejor a pesar de que a veces la situación laboral o económica no sea la mejor como es el caso de muchos peruanos.

Esas circunstancias adversas no me impiden levantarme con una sonrisa, comprar mi diario deportivo en la mañana, depositar mi cupón del producto que ofrece como premio un paquete a Rusia, cambiar mi cuenta al banco auspiciador de la selección nacional y esperar con ansias que Panini haya enviado una nueva remesa, porque la expectativa es tal que todo el mundo tiene su álbum, pero no hay como terminar de llenarlo por la escasez de figuritas.

El otro día también me di una vuelta por una conocida tienda de electrodomésticos porque si no puedo cumplir mi sueño de viajar a Rusia por lo menos veré a mi selección en pantalla gigante endeudándome para comprar un televisor nuevo. También está la alternativa de ver jugar al equipo de todos en el cine, y es que aunque usted no lo crea hasta las compañías de cine están haciendo negocios al proyectar los partidos de la bicolor en formato de película.

Pasión y economía  

Hace menos de un año recibió el premio nobel de economía el estadounidense Richard H. Thaler por estudiar el impacto económico de los mecanismos psicológicos y sociales. Este científico social explicaba cómo los consumidores tomamos a veces decisiones aparentemente irracionales y fuera de control. Yo me pregunto qué otro aspecto de la vida despierta mayores pasiones y es más irracional que el fútbol y no tengo dudas que está impactando en la economía peruana porque lo vivo y lo veo todos los días en la calle. 

El fútbol y la fiebre mundialista que se viven mejoran el estado de ánimo y mueven la economía de un país.

Como describe el periodista y escritor uruguayo Eduardo Galeano en una de sus famosas frases sobre el fútbol, el hincha es completamente irracional y su pasión se convierte en una especie de exorcismo de sus anhelos, sueños y frustraciones. Si está desempleado o en buena situación económica no interesa. Él actuará impulsado por ese sentimiento y decidirá comprar un paquete a Rusia o juntará parte de sus escasos ingresos para comprar un televisor más grande. Hasta cuando uno se anima a juntarse con los amigos del barrio para gritar los goles de la selección no faltará la cerveza o los chorizos para la parrilla de rigor.

Es muy probable que los economistas insistan en que no hay comparación de este crecimiento coyuntural de la economía con el impacto más estable que tienen otros sectores en el país, como la minería por ejemplo. Es muy probable que tengan razón en eso, pero que importa si lo que me gusta es el fútbol y yo veo cómo en la calle esa pasión se traduce en más negocios.

Bendito sea el fútbol piensa un comerciante de Gamarra que nunca hizo tanto dinero como ahora vendiendo camisetas de la selección. Las agencias de viajes, las tiendas de electrodomésticos, los que venden parrillas, cervezas y hasta los puestos de periódicos que venden figuritas del álbum del mundial saben que el fútbol está haciendo que vendan más.

En otras palabras, el fútbol y la fiebre mundialista que se viven mejoran el estado de ánimo y mueven la economía de un país. Bendito sea el fútbol y muchos más años de éxitos a nuestra selección porque la economía lo agradecerá.

 

El fútbol y la fiebre mundialista que se viven mejoran el estado de ánimo y mueven la economía de un país.

Oswaldo Morales Tristán

PhD en Estudios Internacionales de Graduate School of Asia Pacific Studies de la Universidad de Waseda, Japón. MBA de ESAN. Maestría en Economía y Regulación de los Servicios Públicos de la Universidad de Barcelona. Maestría en Derecho Empresarial y Abogado de la Universidad de Lima. Director de Educación a Distancia de ESAN. Realizó estudios de diagnóstico de cultura organizacional y clima en empresas de diferentes sectores, propulsor de la importancia de la cultura organizacional como factor determinante en la estrategia de las empresas. Actualmente trabaja en la incorporación de elementos culturales como herramienta de desarrollo en contextos globales.

 

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