Las plagas cuarentenarias pueden causar daños muy graves al agro de nuestro país hermano, especialmente si no existen en ese país y, por lo tanto, si no cuentan con protección sanitaria alguna. Las consecuencias a largo plazo podrían ser aún más graves, sin embargo, debemos observar la variedad de productos frescos prohibidos por Agrocalidad -la autoridad sanitaria ecuatoriana- que van desde los duraznos, limones y hasta cebollas, cuya capacidad de albergar plagas cuarentenarias similares son muy remotas.

Por otro lado, causa extrañeza que países vecinos y comunitarios no hayan conversado o por lo menos interactuado sobre lo ocurrido, y que Agrocalidad y Senasa -nuestra agencia agrosanitaria- no hayan coincidido en los múltiples foros que organiza la Comunidad Andina de Naciones, a la que pertenecen ambos países. 

Conozco la crisis que está pasando este proceso de integración, especialmente por la heterogeneidad de sus políticas de desarrollo, pero no logro entender que por lo menos una vez al año no hayan emprendido campañas conjuntas para desterrar estas plagas a través de medidas planificadas a mediano plazo, y no con prohibiciones de última hora.

Otra es la visión de las razones de esta prohibición desde el punto de vista económico y monetario. Ecuador pasa por una aguda escasez de divisas y, como usa el dólar como moneda de intercambio, se traduce en una escasez de dólares. En vista de ello ha introducido medidas incluyendo la licencia previa para restringir las importaciones.

Ya en el año 2014 Ecuador prohibió, en forma unilateral, el ingreso de productos colombianos y peruanos a su territorio, argumentando  la existencia de dumping y otras violaciones a las normas de la Organización Mundial de Comercio (OMC). El Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina revirtió parcialmente está ilegal prohibición y hoy aún hay productos restringidos al ingreso al mercado ecuatoriano.

Como consecuencia de las medidas de protección, el comercio intrandino de bienes ha disminuido en lugar de incrementarse. Así, mientras que el Perú exporta a Colombia US$ 1,193 millones, a Ecuador solo hace envíos por US$ 811 millones. El comercio de bienes intrandino disminuye en lugar de incrementarse, como se espera de una integración que dejó de ser una Zona de Libre Comercio para constituirse en una Unión Aduanera, imperfecta pero formalmente de ese nivel.

Otra demostración de esa disminución es que, de acuerdo a las cifras oficiales de la Comunidad de Naciones Andinas, Ecuador ha reducido su comercio de bienes con Colombia en 4.6%, con Perú en 14.9% y con Bolivia en 19.5%.

Esperemos que los problemas de Ecuador se resuelvan y que el terremoto apenas acaecido no vuelva más trágica la situación económica del gobierno y del hermano pueblo ecuatoriano.

¿Qué medidas debe adoptar el gobierno peruano para lograr que los productos de agroexportación prohibidos de importar por Ecuador vuelvan a ser exportados al país vecino del norte?