Lo mencionado refleja la tendencia creciente de este metal, lo cual genera que el precio del dólar se derrumbe aún más, a la par que se siguen produciendo problemas de incertidumbre financiera en Europa y Estados Unidos. Recordemos que éste último lanzó, hace menos de un mes, un nuevo quantitative easing, con el cual busca, entre otras cosas, estimular su moneda. Mientras, en el Viejo Continente los problemas económicos se suceden en países como Grecia y España, los cuales, se rumorea, corren riesgo de ser expulsados de la Comunidad Europea.
Asimismo, la cada vez menor demanda del dólar en nuestro mercado ha generado que en nuestro país se haya producido una fuerte depreciación de esta moneda, llegando incluso a superar eso que llamábamos la "barrera psicológica" del S/. 2.60. Esta constante caída del tipo de cambio ha originado, entre otros, problemas en el sector exportador nacional.
Si bien no ha mermado significativamente la rentabilidad de los exportadores tradicionales, los cuales se encuentran protegidos por los altos precios de los commodities metálicos en el mercado internacional, los exportadores agroindustriales sí son profundamente afectados, ya que sus productos no están cotizados a precios altos, además de que son generadores de mano de obra. Esto ha originado que el gobierno sea continuamente invocado por este sector para tomar medidas que impidan que se siga afectando su productividad.
En respuesta a ello, el Banco Central de Reserva ha estado aplicando ciertas medidas como el aumento de los encajes, buscando así evitar la entrada de capitales especulativos. Entre las medidas del ente regulador también podemos citar el encarecimiento de la tenencia de esta moneda a residentes no extranjeros, así como la adquisición de US$ 11,135 millones en lo que va del año, como estrategia para evitar la apreciación del sol frente a la divisa norteamericana.
Si bien Macroconsult ha realizado una proyección para el próximo año, la cual señala que es probable que el dólar sufra un pequeño rebrote al alza, creemos que será una situación efímera pues este fenómeno estará ocasionado por la falta de liquidez de las principales economías del mundo para cumplir con sus obligaciones.
Estos países tienen colocados sus capitales en países emergentes como el nuestro, por lo que al retirar su dinero momentáneamente, se producirá una contracción de la oferta de dólares, ocasionando así un ligero incremento del tipo de cambio. Después de algunos meses de observar un aumento en el precio de la divisa extranjera, prevemos que la situación se estabilice y continúe la tendencia del dólar hacia la baja.
En su opinión, ¿el Banco Central de Reserva debe seguir interviniendo para evitar una mayor caída del tipo de cambio?
Ph. D. en Economía, West Virginia University. Maestría en Economía por la Universidad de Alicante. Licenciado en Economía por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Profesor Visitante en Jean Moulin, Lyon- Francia. Ex miembro del comité de la Presidencia de Consejo de Ministros para selección de Jefe del INEI.
Las reservas internacionales netas (RIN) del Perú hasta abril de este año ya alcanzaron un nivel muy superior al 2022. Este monto asegura que el país podrá responder ante retiros inesperados de capitales del sistema financiero.
El Perú y el resto de países latinoamericanos deben tomar medidas para afrontar problemas internacionales, como la guerra entre Rusia y Ucrania, el colapso del Silicon Valley Bank y la inestabilidad política de la región.
La economía peruana cierra el año con un crecimiento muy débil y se prevé que podría no crecer durante el 2023. Sectores como servicios y comercio aportaron mucho durante el 2022, pero es necesario reactivar otros igual de importantes como construcción.