En el caso del Perú han pasado por lo menos diez años de crecimiento sostenido para que se logre un impacto visible en la reducción de la pobreza. Pero, ¿ha sido esto efecto del crecimiento económico directamente? ¿Se podría haber logrado lo mismo en menor tiempo? O, por el contrario, ¿la reducción de la pobreza es producto de otros factores que se han generado de manera "espontánea" en esta última década; mayor acceso al sistema financiero, (la irrupción de un mercado microfinanciero), mayor movilidad social a través de la educación (la explosión de colegios y universidades privadas), mayor dinamismo de los mercados locales (que cambian el rostro de ciudades provincianas), etc.?
Hay quienes responden afirmativamente a la primera cuestión, y son ellos los mismos que hoy evidencian gran preocupación preguntándose cómo el Estado puede continuar reduciendo la pobreza con las menores tasas de crecimiento esperadas para éste y los próximos años. Los mismos que afirman que basta el crecimiento para reducir la pobreza, exigen del Estado mayor participación.
Por otro lado, están quienes creen -entre los que me incluyo- no solo que el crecimiento económico no tiene una relación tan directa con la reducción de la pobreza (aunque sí es una condición importante), sino que ello tampoco es entera responsabilidad del Estado. Si se hubiera entendido esto no hubiera sido necesario esperar diez años y, por lo tanto, estaríamos en mejores condiciones para enfrentar el desafío de menores tasas de crecimiento.
En ese sentido, está comprobado que la pobreza es un fenómeno claramente más relacionado con factores como los educativos, de acceso a servicios básicos, acceso a nuevos mercados, etc.; es decir, si en un determinado país se hacen mejoras en la educación y se garantiza el acceso a ella, sin duda se logrará un impacto mucho más directo y rápido en la reducción de la pobreza que con el solo crecimiento.
Lo mismo sucederá si se crean más y mejores accesos a servicios básicos (agua potable, electricidad, telefonía, etc.). Y más aún si se genera un mayor dinamismo de los mercados, pues logrando que éstos se desarrollen y se vuelvan más democráticos, se tiene un impacto directo en la disminución de la pobreza.
Y eso es en realidad lo que ha pasado y viene pasando en nuestro país. Al día de hoy se puede decir que los índices de pobreza han mejorado en forma importante, no por el mayor crecimiento económico que el modelo 'trickledown' (conocido como "chorreo") proponía, sino por las iniciativas directas de la sociedad que han logrado dinamizar los mercados. Dichos mercados, sean formales, informales, concentrados o dispersos han sido un factor fundamental en este tema y gracias a ellos hay personas de bajos ingresos que ahora pueden acceder a créditos, al dinero plástico, a supermercados, etc.
Asimismo, en el caso de los servicios, podemos decir que el acceso a la telefonía ha tenido un impacto mucho mayor en la reducción de la pobreza que el solo crecimiento e, incluso, que los programas sociales. Claro, no ha sido intención primera de las empresas proveedoras de este servicio el reducir la pobreza, pero el hecho de que hayan llegado a sectores dejados de lado por el Estado con teléfonos prepagos, antenas parabólicas y conexiones de Internet, ha logrado que los pobladores de estos lugares tengan un mucho mayor y mejor acceso a la información.
Dicho todo lo anterior, tanto el sector privado como el público están llamados a continuar con los esfuerzos para lograr mayores éxitos en la disminución de la pobreza. En el caso del primero, su principal labor es contribuir a que los mencionados mercados no solo sean dinámicos, sino también competitivos, para lo que se necesita más inversión, pues a mayor presencia de capitales, se genera una mayor dinámica de intercambios.
Por el lado del Estado, éste debe ser facilitador de dicha dinámica a través de una serie de acciones: construyendo infraestructura, proveyendo de servicios, garantizando la estabilidad y seguridad jurídica, ejerciendo su actividad reguladora y dando mayor acceso a la información.
¿Considera usted que hay algún factor adicional que contribuya a la disminución de la pobreza en el país?
Ph.D. in Management Sciences, ESADE-Ramon Llull, Barcelona - España. Ha sido Gerente de proyectos de las Naciones Unidas. Oficial para los temas económicos y políticos de la Embajada Suiza. Director Ejecutivo de la Escuela Mayor de Gestión AECI. Profesor ordinario de la Universidad ESAN.
A pesar del crecimiento macroeconómico que registró el Perú en los últimos veinte años previos a la Covid-19, las brechas sociales no han disminuido. ¿Cómo puede la minería ayudarnos a revertir este panorama?
El primer paso para institucionalizar la minería peruana es reconocer el avance de la gestión socioambiental en la actividad minera del país. Asimismo, se necesita establecer un lenguaje común entre el Estado, la empresa y la sociedad.
Los modelos de gestión minera en el Perú deben actualizarse para aprovechar mejor el potencial de la tecnología moderna e involucrar más a las comunidades en los beneficios económicos de la actividad.