En el mundo empresarial, los programas de beneficios se han vuelto cruciales para aumentar el engagament entre una empresa y sus trabajadores. Así se fortalece la cultura organizacional, sobre todo mediante la identificación e interiorización de los valores corporativos de la compañía.
Las empresas deben desarrollar programas y políticas internas orientadas al bienestar del personal, porque contribuyen, por medio de un liderazgo transformacional, a mejorar su calidad de vida y la de sus familiares (cónyuges e hijos), en aspectos espirituales, emocionales, racionales y fisiológicos. Esto es muy importante en el escenario actual de pandemia y de cara a la nueva normalidad.
La protección de la salud de los colaboradores es una muestra real de la responsabilidad y la ética de la empresa, tanto por el sentido de humanidad como por el aseguramiento de los niveles de productividad en el desempeño laboral. También existe una legislación sobre salud y seguridad en el trabajo que busca la protección de los colaboradores ante accidentes laborales y enfermedades profesionales.
Existe un consenso implícito entre la academia y el empresariado respecto a la tendencia, en la última década, de implementar programas de beneficios al interior de las compañías, por la aplicación de remuneraciones emocionales que permitan el desarrollo del colaborador y su entorno familiar. Tengamos en cuenta que un trabajador equilibrado en su vida personal se correlaciona con uno que genera mayor valor y productividad en sus labores.
Los beneficios para los colaboradores se pueden dividir en cuatro categorías:
Medidas espirituales. Celebraciones eucarísticas (misas, etc.) y de civilidad (Fiestas Patrias, etc.), Talleres de integración de colaboradores (coaching, etc.) y prácticas de interiorización de los valores corporativos.
Medidas emocionales. Saludos conmemorativos (cumpleaños, aniversarios, etc.), reconocimientos o felicitaciones por logros alcanzados (ascensión de puesto laboral, culminación de cursos, etc.).
Medidas racionales. Cursos para generar rentas (microempresarios) o desarrollar competencias, como resiliencia, productividad, virtualidad, innovación y creatividad disruptiva.
Medidas fisiológicas. Chequeos médicos, charlas nutricionales, gimnasio para la familia, talleres artísticos (canto, danza, pintura, etc.) y mobiliarios ergonómicos.
La mayoría de estas prácticas se desarrollaban de manera presencial, pero también se pueden realizar de manera virtual, con las adecuaciones y adaptaciones pertinentes. Esto es posible gracias a herramientas digitales como las aplicaciones de videoconferencia (Zoom, Team, Meet, etc.), servicios de mensajería (WhatsApp y Messenger) y redes sociales (Facebook, Twitter e Instagram).
Además de estos beneficios, existen otros que las empresas podrían implementar para aumentar aún más el engagement con su fuerza laboral. Entre ellos tenemos:
Socialización e integración periódica con los colaboradores y sus familiares (cónyuge e hijos), con una frecuencia semanal, quincenal o mensual.
Entrega de recursos para concretar iniciativas presentadas por parte de los colaboradores.
Formación de equipos entre áreas y jerarquías para desarrollar actividades culturales y de proyección social.
Participación de los colaboradores en la elaboración de documentos de gestión, como el plan estratégico de la empresa.
¿Qué beneficios te brinda la organización donde trabajas? Cuéntanos tu experiencia.
Coordinador del PADE Internacional en Administración de Empresas. Doctor (Ph.D.) y Magíster (M.Sc.) en Administración. Es profesor principal de ESAN Graduate School of Business, en el que ha ocupado diversos cargos como la jefatura del Área Académica de Administración, Coordinador del PADE en Gestión del Potencial Humano y Director (e) de la Maestría en Organización y Dirección de Personas. Es consultor de empresas privadas e instituciones públicas en temas de diseño organizacional y de administración de personal. Ha publicado hasta el momento quince libros: tres por el sello ESAN ediciones del Perú, seis por la Editorial Cengage Learning de Argentina y México y seis por la editorial Pearson de México – Perú.
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