El cuadro de mandos integral permite contar con una visión global y en tiempo real de todos los aspectos clave de la empresa en un solo lugar, desde el rendimiento financiero hasta la satisfacción del cliente.
Para gestionar y optimizar sus procesos internos, las empresas requieren tener una visión global y en tiempo real de todos sus aspectos clave, desde el rendimiento financiero hasta el grado de satisfacción de los clientes, e incluye los procesos internos y el crecimiento y aprendizaje. El cuadro de mando integral es una herramienta ideal para cumplir esta meta y tomar decisiones estratégicas mejor informadas que lleven al negocio al siguiente nivel.
Es un modelo de gestión que simplifica la estrategia del negocio mediante una serie de objetivos interrelacionados que se miden a través de diversos indicadores y se vinculan a planes de acción concretos. Fue planteado en 1992 por los especialistas Robert Kaplan y David Norton, como alternativa a la evaluación financiera tradicional, y se convirtió con rapidez en un pilar fundamental de la gestión empresarial.
Gracias al cuadro de mandos integral, la empresa también puede alinear por completo el comportamiento de los colaboradores hacia la consecución de los objetivos estratégicos. Estos se distribuyen en cuatro perspectivas: financiera, del cliente, de los procesos y del aprendizaje y el crecimiento.
Todas las perspectivas son igual de importantes para ofrecer una visión completa y balanceada del rendimiento empresarial.
Los elementos mínimos que deben formar parte del cuadro de mando integral son:
Mediante esta herramienta, se visualiza integralmente todo el contexto de la empresa. No solo permite la transparencia y comunicación compartida de datos, sino también es un excelente insumo para tomar decisiones ejecutivas de manera oportuna. Además, permite un alineamiento estratégico, táctico y operacional, y contribuye a una eficiente administración de big data.
Para elaborar el cuadro de mando integral, este debe basarse en la estrategia empresarial de la organización. Ello comprende un análisis de las oportunidades y amenazas del entorno, así como de las fortalezas y debilidades internas, con el fin de poder formular las estrategias necesarias para el cumplimiento de la misión, la visión y los objetivos empresariales. Algunas referencias sobre estrategias empresariales que se pueden tomar en cuenta son las cinco fuerzas competitivas de Michael Porter:
La taxonomía de estrategias empresariales de Porter, basadas en el liderazgo en costos, la diferenciación y/o la segmentación, también deberían tomarse en cuenta. Si sigues estas pautas, te resultará más fácil implementar un cuadro de mandos integral que te permita asegurar el éxito empresarial a largo plazo.
Referencias
Profesor principal, presidente del Comité de Admisión de Posgrado (Doctorado, MBA y maestrías especializadas) en ESAN Graduate School of Business. Asimismo es miembro de diversas instancias académicas y de gobierno, tales como la Asamblea Universitaria, el Consejo Universitario, el Tribunal de Honor y el Comité de Hostigamiento Laboral. Además, es coordinador académico del PADE Internacional en Administración de Empresas.
Doctor en Administración (Ph. D.) y maestro en Administración (M. Sc.) por la Universidad de São Paulo, Brasil. Pasantía doctoral en la Escuela de Graduados en Administración y Dirección de Empresas del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (EGADE/ITESM), Monterrey, México.
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