El 2021 fue un año sin normatividad laboral planificada para el Perú. Si bien se implementaron nuevas normas, todas fueron coyunturales y alineadas a la evolución de la pandemia en el país. Observamos normativas enfocadas en el uso y disposición de la CTS, el trabajo remoto, las campañas de vacunación y las medidas para prevenir contagios al interior de las empresas. En ese sentido, quedan muchos retos pendientes para el Estado de cara al 2022.

Déficit de personal

Durante el 2021 se observó un fuerte déficit de profesionales en sectores como entretenimiento, turismo y, sobre todo, servicios, porque son rubros que dependen de, prácticamente, cualquier medida nueva que se dicte en el contexto de la pandemia. Aunque todavía sufren varias restricciones, se espera que el déficit disminuya en el transcurso del 2022, con el levantamiento progresivo de las restricciones y el avance de las campañas de vacunación.

Más allá de un sector específico, la pandemia también ha impulsado el desarrollo de habilidades blandas y duras en el perfil de los profesionales peruanos. Hoy más que nunca se necesita de una capacidad de liderazgo y de empatía para entender que tanto los trabajadores como los gerentes de la organización pueden atravesar situaciones difíciles en el escenario actual.

Fuerza laboral

Un factor a tomar en cuenta en el mercado laboral es la llegada de refugiados y migrantes venezolanos, pese a que el tránsito se frenó con la llegada de la pandemia. Se estima que los migrantes que entraron de manera formal entre el 2018 y el 2019 ya deben contar con una residencia y se encuentran establecidos por completo en el Perú.

Es importante que el Gobierno no se deje llevar por la actitud populista de algunos congresistas respecto a la implementación de nuevos beneficios para los trabajadores.

Esta situación posibilitará a muchos extranjeros obtener trabajos mejor remunerados y dará pie a una competencia con los trabajadores peruanos. Sin embargo, también deben considerarse las limitaciones para contratar personal extranjero, que solo puede ocupar hasta el 20 % de puestos de trabajo en una empresa.

Salario mínimo

Otro aspecto clave es el incremento de la remuneración mínima vital (RMV) para el 2022 que el Gobierno ha planteado desde hace algunos meses. En la situación actual, sería más recomendable trabajar, primero, en recuperar de manera formal los puestos de trabajo que se perdieron desde el inicio de la pandemia. Ello implica asegurar el pago de la actual RMV y los derechos laborales para cuidar la salud de los trabajadores. 

Vale mencionar también que la fórmula para calcular la RMV incluye factores como nivel de productividad y de informalidad. Este último indicador se ha disparado durante los últimos años. Por todo ello, puede que aún no nos hallemos con la capacidad de aumentar el salario mínimo. Primero, necesitamos generar las condiciones económicas para llevar adelante esta iniciativa con tranquilidad. 

Para concluir, es importante que el Gobierno no se deje llevar por la actitud populista de algunos congresistas respecto a la implementación de nuevos beneficios para los trabajadores. Sería mejor concentrarse en emitir normas técnicas para la mejora del mercado laboral en general, en vez de impulsar medidas que solo beneficien a un porcentaje muy pequeño de los casi 17 millones de trabajadores que se registran en el Perú. ¿Qué otras acciones hacen falta? Déjanos tu opinión.