Cooperativas y empresas tractoras: Dos actores clave para el progreso rural en el Perú

Cooperativas y empresas tractoras: Dos actores clave para el progreso rural en el Perú

El tridente compuesto por las cooperativas, las empresas tractoras y el Estado es indispensable para establecer las estrategias necesarias que impulsen el crecimiento del sector agrario. ¿Qué acciones son más necesarias?

Por: Jorge Sandoval el 01 Septiembre 2023

Compartir en: FACEBOOK LINKEDIN TWITTER WHATSAPP

El progreso o desarrollo de las zonas rurales en el Perú requiere de varias condiciones. Dos de ellas son la asociatividad y la presencia e identificación de una demanda o mercado. La asociatividad implica ir más allá de la formalización, ya que consiste en desarrollar estrategias de gestión empresarial que permitan la sostenibilidad de los pequeños y medianos productores.

En ese contexto, el modelo cooperativo posee múltiples beneficios como un mayor acceso al financiamiento, mejores oportunidades de mercado y el fomento de la economía local. Según el Registro Nacional de Cooperativas Agrarias (RNCA) del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), hasta febrero del 2023, existían 293 cooperativas agrarias que aglutinaban a más de 54 000 productores.

Pese al fortalecimiento y posicionamiento que puede lograr una cooperativa agraria, es necesario tener un enlazamiento con la demanda identificada, ya sea nacional, pero, sobre todo, internacional. Es allí donde las empresas tractoras juegan un papel importante, ya que pueden coordinar, gestionar y maximizar las diversas actividades de una cadena de valor, sobre todo las relacionadas a la logística para llegar al mercado.

La formalidad necesaria para el progreso de las zonas rurales implica el desarrollo de un modelo cooperativo caracterizado por la gestión empresarial. Asimismo, el acceso al mercado debe fortalecerse con la participación de empresas tractoras que promuevan el desarrollo de la cadena de valor para mejorar la calidad de vida de quienes se dedican a la agricultura familiar.

Situación de las cooperativas agrarias

El sector agrario concentra 2.15 millones de pequeños y medianos productores dedicados a una actividad agropecuaria con baja o nula rentabilidad. Por ello, un alto porcentaje de productores pertenece a la agricultura familiar de subsistencia. En ese contexto, y ante el bajo nivel de asociatividad como un factor que afecta la rentabilidad de los productores, el Midagri impulsa la Ley de Perfeccionamiento de la Asociatividad de los Productores Agrarios en Cooperativas Agrarias.

Entre los principales beneficios de la ley, podemos destacar un mayor poder de negociación, el acceso a diversas fuentes de financiamiento y, sobre todo, el mejoramiento del nivel de integración horizontal y vertical en la cadena de valor de los productores, capitalizándolos a través de la atención de mercados cada día más exigentes. El modelo cooperativo también brinda ventajas tributarias alineadas a la esencia de la cooperativa agraria y al tipo de actividad que desarrollan con sus socios.

El perfil de las empresas tractoras

De acuerdo con una definición resumida, tomada de Piero Ghezzi, una empresa tractora es la que “jala” a las micro- y pequeñas empresas (mypes) rurales hacia la modernidad. Son capaces de brindar asistencia técnica y una serie de insumos que mejoran y alinean la cantidad y calidad de la producción con las exigencias del mercado.

Las empresas tractoras cuentan con respaldo financiero para asumir las inversiones iniciales necesarias en el campo. Además, conocen y tienen acceso a mercados internacionales. Por ello, su labor es servir de motor a todos los eslabones de la cadena de valor, en especial a los pequeños y medianos productores, ya que son necesarios para acceder a la tierra donde se realizarán los cultivos.

No obstante, el modelo podría tener debilidades como consecuencia de la informalidad del sector agrario. Por ello, el cooperativismo surge como una alternativa real y adecuada.

La importancia de una buena sinergia

La rentabilidad es producto de mejores ingresos y disminución de costos. Sin embargo, para ello, los pequeños y medianos productores recurren a fuentes de financiamiento públicas, a través de fuentes no reembolsables, y privadas, mediante créditos cuyas tasas para el sector agrario son elevadas. Las empresas tractoras tienen identificados a diversos mercados para cada producto y conocen las exigencias de sus clientes. Asimismo, tienen un mejor acceso a financiamiento para elevar la competitividad de la cadena de valor, además de mayor información y acceso a tecnología.

La participación de las empresas tractoras en la cadena es importante porque marca el camino para el posicionamiento del producto con mejores precios, pero participando del proceso, es decir, promoviendo inversión para atender mercados con productos en la cantidad y calidad exigida. Al mismo tiempo, se espera que la asociatividad bajo un modelo cooperativo garantice el abastecimiento según el acuerdo comercial, no solo en cantidad sino, además, en calidad, tiempos y precios.

Dificultades para el desarrollo agrario

La conformación de una cooperativa agraria sigue un proceso relativamente sencillo y, para ello, el sector competente brinda asesoría y acompañamiento, además de promover su registro. Sin embargo, ese paso no basta para garantizar la ansiada sostenibilidad, entendida en tres aspectos: social, económico y ambiental. Las cooperativas son integradas por productores cuya capacidad de inversión para mejoras tecnológicas es limitada. Una mejor rentabilidad requiere inversión para mejorar procesos o disminuir costos de producción.

Un factor que impacta de manera negativa en las cooperativas agrarias es la falta de gestión empresarial. A pesar de obtener financiamiento para aumentar su competitividad, sin una gestión sólida, la cooperativa tenderá a fracasar. Por el lado de las empresas tractoras, se requiere que cumplan los compromisos asumidos. Su intervención en la cadena de valor tiene como objetivo posicionarse en el mercado en el que actúa, manteniendo los estándares exigidos, y arrastra al resto de la cadena.

Acciones gubernamentales necesarias

El Gobierno es un actor transversal en la cadena de valor del sector agrario. No solo es responsable del establecimiento de políticas sectoriales, sino también del impulso y la promoción del desarrollo y crecimiento de la agricultura familiar. En el contexto actual, su participación es necesaria en la preparación de los agricultores para la atención de diversos mercados, incluido el de compras estatales, que no ha sido explotado pese a existir una normativa vigente.

El Gobierno, en sus distintos niveles, puede tomar acciones para fortalecer el trabajo asociativo. La Ley de Perfeccionamiento de la Asociatividad de los Productores Agrarios en Cooperativas Agrarias es un buen inicio, pero requiere de acciones continuas que promuevan el trabajo profesional y empresarial de las cooperativas y generen inversión para aumentar la competitividad del sector a través de beneficios económicos no reembolsables que sumen a lo que puedan generar las empresas tractoras. ¿Qué otras acciones consideras necesarias? Déjanos tu opinión.

Conoce más participando en los programas del sector Agronegocios de ESAN.

El Gobierno debe fijar políticas sectoriales para el desarrollo de las cooperativas agrarias y empresas tractoras del sector, además de promover el desarrollo y crecimiento de la agricultura familiar.

Jorge Sandoval

Magister en Gestión Pública por la Universidad San Martín de Porres. Licenciado en Administración de Empresas por la Universidad de Piura. Asesor Principal de la Comisión Agraria del Congreso de la República. Ex Director Ejecutivo del Programa de Compensaciones para la Competitividad – AGROIDEAS, del MIDAGRI. Experiencia en planificación y proyectos de inversión pública y privada. Generación y ejecución de planes de negocios y proyectos de reconversión productiva a nivel nacional. Con especialización en enfoques transversales para el desarrollo local y gerencia de clúster. Experiencia docente en la Maestría de Agronegocios de la Universidad ESAN, Liderazgo y Gestión Agropecuaria en la Universidad UTEC. Formulación y Evaluación de Proyectos y Planes de Negocios con la Universidad Nacional de San Martín. Gestión de Agronegocios en la Escuela Latinoamericana de Desarrollo de la Agricultura. Actual director de Proyectos de Blue Consulting.

Otros artículos del autor

Procompite: Una herramienta a favor del agro peruano que debería aprovecharse mejor

18 Febrero 2023

Procompite permite cofinanciar planes de negocios o propuestas productivas del agro peruano, que suelen tener dificultades para acceder a financiamiento mediante un crédito. ¿Por qué no se aprovecha mejor?

  • Actualidad
  • Agrícola

Equidad de género: El eje faltante de la segunda reforma agraria

28 Junio 2022

Es necesario que la equidad de género se plantee como un eje más de la segunda reforma agraria que aún está pendiente de concretarse en el Perú. Ello implica una labor a mediano y largo plazo para cambiar la mentalidad del sector.

  • Actualidad
  • Agrícola

Reconversión productiva, alternativa para la agricultura familiar

17 Mayo 2022

La reconversión productiva puede ayudar a muchos productores a diversificar sus cultivos e internacionalizar sus productos. Sin embargo, son necesarios algunos cambios normativos para asegurar la viabilidad de este proceso.

  • Actualidad
  • Agrícola