Los directorios peruanos hoy se caracterizan por incluir a los mismos directores en varias empresas. Esta tendencia puede deberse a que estas pertenecen a un mismo grupo empresarial, así como a la falta de suficientes directores calificados en el mercado. Asimismo, pueden designarse miembros en función de sus conexiones políticas pasadas y expectantes a futuro, como los exministros. 

Los miembros de un directorio representan a todos los accionistas, no solo a un grupo de ellos. Se trata de posiciones profesionales y no solo de confianza. Sea cual sea el caso, esta tendencia dificulta la obligación de cada directorio para evaluar y administrar los riesgos de la compañía, mientras que una mayor diversidad le brindaría mayor sostenibilidad al negocio. 

Ventajas y desventajas

La utilidad de un miembro del directorio se basa en el prestigio que implica para la compañía, más que en su remuneración. Un buen director destacará por su dedicación y así será llamado a participar en otras empresas. Luego podría notar que una de ellas otorga bonos por el logro de metas concretas y cuestionar que en las demás no se repita este tipo de prácticas que aportan al buen gobierno corporativo.

En un mercado pequeño como el peruano, puede resultar complicado hallar directores calificados para ese puesto y es más difícil aún que sean profesionales independientes.

Aún así, esta tendencia también genera cansancio en los directores, ya que se espera una participación activa en cada una de las empresas que dirigen. Tener asiento en muchos directorios no les permitiría aportar el máximo de sus capacidades en cada caso o, quizás, en ninguno. Asimismo, es más difícil lograr una mayor diversidad de género. Al querer acomodar a mucha gente, el directorio aumenta en tamaño y pierde eficiencia. 

Perfil de los directores peruanos

En un mercado pequeño como el peruano, puede resultar complicado hallar directores calificados para ese puesto y más difícil aún que sean profesionales independientes. Incluso los directores independientes de calidad terminan por agrupar muchos directorios y durante bastante tiempo, lo cual deteriorar su calidad de independencia. 

Hoy las empresas tienen directores internos que trabajan como ejecutivos y también directores externos que no necesariamente son independientes. Entre estos últimos, también pueden estar los exejecutivos de la empresa. Sería buena idea tener en el directorio a un proveedor estratégicamente importante o un cliente que represente un gran volumen de ventas. Ambos no trabajan y tampoco son independientes. 

En los sectores público y privado

Las características de un directorio no son buenas ni malas por sí mismas. Los países latinoamericanos comparten enfoques de gobierno corporativo similares. En otros, como Estados Unidos, un tercio del directorio en empresas que cotizan en bolsa es independiente. Japón casi no tiene directores independientes y Alemania destaca por una fuerte representación de los sindicatos en el directorio de empresas exitosas. 

Los directorios modernos deben ser evaluados o autoevaluarse cada año. Cada director tiene la obligación y el derecho de recibir capacitación y contratar asesores. Otra idea es remunerar a todos los miembros con acciones de la compañía. Por último, es necesario un trabajo permanente del comité de nominaciones en diseñar planes de sucesión e identificación de candidatos potenciales para reemplazos. 

Por su parte, el Estado debe evitar que sus empresas carezcan de directorio por tiempos prolongados. Asimismo, no pueden tener presidentes ejecutivos donde no esté permitido. Ambos casos se dan, o se han dado, recientemente. Los miembros de estos directorios deben ser profesionales calificados, en lugar de ser elegidos por designación política. ¿Qué otros criterios deberían considerarse en la toma de decisiones? Déjanos tu opinión.