El proceso de gestión del riesgo crediticio permite evaluar la capacidad y voluntad de pago de un cliente potencial. Para llevarlo a cabo de manera eficiente, las entidades bancarias y los prestamistas privados le solicitan a la persona natural o jurídica, información sobre su situación financiera actual, documentos que solventen sus ingresos; además, deben revisar su historial crediticio.
Pero, ¿cómo llevar a cabo el proceso de gestión del riesgo crediticio de forma óptima? Para ello, se deben seguir los siguientes pasos:
Conocer al cliente
Este paso es muy importante, porque permite obtener toda la información del prestatario. Las entidades financieras proporcionan al potencial cliente un formulario para que ingrese la información necesaria y así realizar la correspondiente evaluación crediticia. Pero eso no es todo, las organizaciones también deben revisar sitios web gubernamentales y agencias de calificación crediticia para detectar si el prestatario tiene alguna deuda pendiente con alguna entidad pública o privada.
Evaluación de la solvencia
La solvencia del prestatario se evalúa realizando un análisis de sus estados financieros. Para ello, es crucial revisar los estados financieros anuales y los informes trimestrales de la organización, pues estos proporcionan información sobre la situación financiera. En la actualidad, y con el avance de la tecnología, realizar este proceso es más rápido gracias a la Inteligencia Artificial (IA), ya que ayuda a captar los datos de los estados financieros y los asigna rápidamente a las categorías adecuadas. Sin embargo, para que se obtengan los resultados esperados, todos los datos del cliente deberán estar almacenados en un formato uniforme.
Cuantificación de los riesgos
La cuantificación del riesgo implica determinar la probabilidad de incumplimiento, el rendimiento del capital ajustado al riesgo y la pérdida en caso que el prestatario no cancele la deuda (LGD). Esta información también sirve de base para la fijación de precios, establecer la tasa de interés que se le cobrará al cliente, la periodicidad del préstamo, entre otras condiciones crediticias.
Precio de la oferta
Fijar un precio adecuado garantiza que la entidad bancaria reciba una compensación acorde al riesgo asociado al préstamo. Algunos de los factores que influyen en el establecimiento de la tasa final son el mercado en el que opera el banco, las condiciones económicas generales, y la correspondencia de los precios y vencimientos de los activos y pasivos del prestamista.
Seguimiento después del crédito
En esta última fase, la entidad bancaria vigila el crédito que se le ha otorgado al cliente, el nivel de reembolso de las cuotas y la puntualidad de los pagos. En el caso de los bancos, este paso es llevado a cabo por las agencias de calificación crediticia, mientras que en otras entidades, la administración es la encargada de realizar todo el proceso.
Sin embargo, y a pesar de los beneficios que brinda el proceso de gestión del riesgo crediticio, no está exento de enfrentar diversos desafíos. Entre ellos, podemos mencionar a los siguientes:
Gestión ineficaz de datos
La información brindada por el prestatario es valiosa y relevante. Para evitar una gestión de datos ineficaz, las soluciones de almacenamiento de datos deben ser seguras y estar actualizadas en tiempo real. Además, el prestamista debe asegurarse -previamente- que la información brindada es correcta. De esta manera, se evitarán errores en la evaluación del riesgo crediticio.
Herramientas insuficientes para gestionar el riesgo
Los bancos deben contar con una solución de riesgo sólida y robusta para identificar concentraciones en sus portafolios o recalificarlos -de ser necesario- con la periodicidad necesaria. Esto permitirá gestionar el riesgo de forma óptima y sin retrasos.
Informes y visualización deficientes
La sobrecarga de datos y la elección de aquellos que son importantes para la gestión del riesgo crediticio, son desafíos a superar en la actualidad. Para lograrlo, los datos deben estar organizados de tal manera que permitan identificar rápidamente las fortalezas y debilidades de un préstamo sin verse abrumados de información irrelevante.
Fuentes:
The six most important elements for comprehensive credit risk management
Credit Risk Management Services
Profesor de los Programas de Finanzas de ESAN Graduate School of Business. MBA por la Université du Québec-Montreal. Máster en Gestión de Riesgos, Universidad Católica San Antonio de Murcia y EALDE. Magíster en Administración por ESAN. The Board of Directors Program, IESE Business School - University of Navarra, Nueva York. Programa de Especialización para Directorios (PED) y Programa de Alta Dirección (PAD) de la Universidad de Piura. Programa de Alta Administración en Banca e Instituciones del Mercado de Capitales (Universidad Católica); Diploma en Dirección Estratégica en Banca (Universidad del Pacífico); entre otros. Economista por la Universidad Mayor de San Marcos.
En toda estructura empresarial, existen dos tipos de gestión financiera: a corto y a largo plazo. Es importante comprender y planificar ambas a medida que se desarrolla el negocio.
El gerente financiero desempeña un papel crucial en la estrategia general de crecimiento y sostenibilidad de la organización. Aquí te explicamos las habilidades esenciales para mantener su competitividad en el mercado actual.
La gestión de activos y pasivos (ALM, por sus siglas en inglés) permite a las empresas identificar los riegos de mercado a los que se enfrentan. Este modelo de gestión toma en cuenta cinco riesgos que es necesario conocer.