En la coyuntura actual por la COVID-19, el foco de atención de los inversionistas se ha ampliado. Más allá de la rentabilidad, les interesa la sostenibilidad y la necesidad real de cada proyecto de inversión a evaluar, así como el aporte y valor agregado que pueda generar para la sociedad.
En ese sentido, es clave que todo proyecto de inversión asegure su viabilidad estratégica, comercial, legal y ambiental, además, obviamente, de lo económico-financiero. Para ello, las empresas cuentan con diversas herramientas que permiten garantizar la viabilidad y, por consiguiente, elevar las posibilidades de éxito.
El estudio de viabilidad es una herramienta clave para la toma de decisiones estratégicas en las organizaciones. Básicamente, se requiere identificar las limitaciones, las restricciones y los supuestos del proyecto de inversión. También es preciso detectar las oportunidades que se presenten, definir los requisitos para desarrollar el proyecto y, por último, evaluar las distintas opciones para definir la más eficiente.
Se requiere un análisis muy completo de los posibles escenarios que enfrentará el proyecto y, por lo tanto, los posibles flujos financieros que se lograrían.
La siguiente herramienta es el estudio de preinversión, que comprende todas aquellas actividades o estudios realizados antes de la puesta en marcha del negocio. Su objetivo es evaluar la conveniencia económica de realizar el proyecto. Otros estudios previos que deben realizarse son los de mercado, técnico, legal, ambiental, organizacional y técnico-financiero.
Estas herramientas permiten identificar, formular y evaluar el proyecto para tomar la mejor decisión de inversión. Es crucial reconocer las posibles soluciones, seleccionar las diferentes alternativas, elegir la más probable y exponer los resultados de manera clara y coherente.
Los estudios económico-financieros requieren una correcta proyección de la inversión, ingresos y gastos. Es importante, entonces, considerar no solo la situación actual, sino también una adecuada estimación de cómo quedará finalmente el mercado y los precios, en cuánto tiempo se recuperará el mercado, a qué ritmo, cuáles serán las nuevas exigencias y cómo estas impactarán en los costos.
Si algo caracteriza el contexto actual, es la incertidumbre. Por ello, se requiere un análisis muy completo de los posibles escenarios que enfrentará el proyecto y, por lo tanto, los posibles flujos financieros que se lograrían. Esto con el fin de realizar no solo un análisis de sensibilidad, sino también determinar los valores límite de las variables críticas del proyecto, a través del análisis unidimensional, por ejemplo.
Además de los estudios, existen otras herramientas que pueden ayudar a las empresas a que aseguren la viabilidad de sus proyectos de inversión, según la etapa en que se encuentren. Por ejemplo, para la selección de la idea se tiene brainstorming, el diagrama de Pareto, el diagrama de Ishikawa y la matriz de relación, entre otras.
Para el estudio de mercado, se tienen los focus group y las entrevistas en profundidad, mientras que las encuestas son herramientas cuantitativas muy efectivas. En el estudio técnico para optimizar la localización, se puede emplear el método del transporte para minimizar costos de distribución. En el estudio económico-financiero, también se cuenta con el análisis unidimensional o de simulación estocástica.
Si los estudios que incluyen los perfiles de prefactibilidad y de factibilidad demuestran que el proyecto es viable, sostenible y rentable, podemos pasar a la etapa de inversión del proyecto. Ello implica desarrollar el expediente técnico, que afina el proyecto con mayor grado de detalle y precisión para ejecutarlo sin dificultades, con miras a realizar los procesos respectivos de contratación, ejecución y operación. ¿Aplicas alguna de estas herramientas en tus proyectos de inversión? Cuéntanos tu experiencia.
Se requiere un análisis muy completo de los posibles escenarios que enfrentará el proyecto y, por lo tanto, los posibles flujos financieros que se lograrían.
Gerente General en Millennials Gym. Experiencia en posiciones de gerente general, gerente de administración y finanzas, y de gerente comercial, en empresas de los sectores de servicios, consumo masivo, farmacéutico, y textil. Master en Marketing por la UPC. Máster en Administración por ESAN. Especialización en Marketing por Kellogg Graduate School, Northwestern University. Diplomado en Dirección Estratégica de Marketing por la Universidad del Pacífico. PADE en Finanzas por ESAN.
Frente a un futuro cada vez más volátil, es necesario que los bancos adapten sus modelos comerciales para responder a las nuevas tendencias del mercado y aprovechar las oportunidades.
Los proyectos de inversión deben tomar en cuenta los cambios en el mercado y prepararse de cara al escenario posterior a la pandemia.