Una de las categorías más dinámicas del mercado de consumo masivo es, sin duda, la de refrescos embotellados. Según el Ministerio de la Producción (Produce) esta categoría multiplicó su tamaño 4,6 veces desde el año 2005. Alicorp, una de las empresas participantes, proyecta que este mercado alcanzará los 150 millones de litros este año, esto es 15% más que el 2008.
Los citrus punch es un concepto dirigido a la gente joven que ofrece al consumidor un "sabor extremo". Esta nueva categoría, diferente a los jugos, está compuesta por bebidas que combinan principalmente naranja y limón, constituyéndose en la principal línea de la categoría de refrescos embotellados. Sin embargo, según Alicorp, la participación de los citrus punch al interior de la categoría disminuyó de 90% a 65%, tras el incremento de la oferta de sabores.
Tal vez por ello en el transcurso del presente año Ajegroup sumó a su oferta dos nuevas presentaciones: sour punch, que combina lima, limón y uva, y guaraná. Con estos ya son cuatro sus sabores, siendo los primeros el citrus punch de naranja y el fruit punch de granadilla, maracuyá y piña.
Si muy bien es coherente recuperar terreno ampliando el número de presentaciones, es cuestionable la decisión de ampliarla a una nueva categoría: ¿gaseosas?, que además ocasiona una confusión en la denominación de una bebida gaseosa producida por Backus (Guaraná). Nuestra opinión es que esto puede hacerle perder carácter a la marca así como "perder el foco" de la línea. Otro punto a cuestionar es el reciente lanzamiento de una bebida chicha morada bajo esta misma marca, muy válido para marcas como Negrita, pero muy cuestionable para un citrus punch.
Dicho esto, recordemos que nada es absoluto, quizás lo que hayan hecho estén dando buenos resultados. Nuestra recomendación es que sería bueno que Ajegroup revise su estrategia respecto a la línea de los citrus punch. Un estudio detallado de los canales de distribución y una adecuada orientación en la campaña publicitaria, especialmente en esta época de verano, entre otras medidas, podrían dar resultados más beneficiosos que ampliar el número de categorías. Un exceso en la variedad, repetimos, desconcentra el mercado y lejos de fortalecerlo, lo debilita.