El balance del Perumin es positivo por varias razones. Una de ellas es que logramos convocar e integrar a todos los sectores, incluso a quienes discrepan con la actividad minera, como fueron los casos de Marco Arana, líder de Tierra y Libertad, y Alberto Moreno, dirigente de Patria Roja, cuya participación agradezco personalmente. Así, fue grato escuchar el apoyo del señor Arana al desarrollo del proyecto Las Bambas que fue atacado recientemente por radicales antimineros.
También participaron de este evento integrador de voluntades empresarios ligados a la actividad minera y representantes del sector público. Asimismo, la academia tampoco faltó. El hecho de haber realizado este Perumin en el campus de la Universidad Nacional San Agustín de Arequipa (UNSA) ha puesto en valor a la universidad pública y nos hace reflexionar acerca de lo mucho que tenemos que hacer para darles más oportunidades a los jóvenes.
Una de las conclusiones de Perumin es que las actividades extractivas son fundamentales para el desarrollo del país y que la minería no solo no se contrapone con la agricultura, sino que es complementaria y beneficiosa para el agro al generar riqueza y dinamismo. Del mismo modo ocurre con el turismo. ¿La razón? La minería es una actividad integradora que al funcionar logra encadenarse con otras actividades productivas y de servicios, agregando valor y generando empleo en forma descentralizada.
Actualmente hay 210 mil peruanos que trabajan directamente en la minería y, por cada puesto directo, se generan nueve indirectos. Entonces, estamos hablando de cerca de dos millones de personas que trabajan directamente de esta actividad. Esta es una parte muy importante de la PEA.
En ese orden de ideas quiero rescatar lo señalado por el exministro de Economía y Finanzas, Luis Carranza, quien dijo que la minería es la ruta más rápida para alcanzar el desarrollo y añadió que, de superarse los problemas actuales de conflictividad social, en dos generaciones podemos ser un país del primer mundo. Esperemos que así sea. Y si es necesario hacer una autocrítica sobre algunos casos de malas actividades mineras, pues la haremos, pero no podemos llegar al extremo de la autoflagelación.
¿Qué comentarios tiene usted respecto de lo dicho en el megaevento Perumin realizado recientemente en Arequipa?