La experiencia nos enseña que la forma más efectiva de competir en nuevos mercados laborales, caracterizados por la competitiva y agilidad, es la diferenciación: es necesario contar con una identidad única que nos permita acercarnos a grandes oportunidades. Sin embargo, si bien se considera que la mejor vía para lograrlo es "diseñarnos" como atractivos prospectos laborales, es común caer en el error de presentar nuestra imagen de acuerdo a lo que el mercado necesita y no sobre lo que realmente queremos proyectar.
Definir nuestra visión de vida profesional y personal nos facilitará la proyección de una trayectoria y un plan capaz de acercarnos a una meta de vida. Así, podremos disfrutar del camino y la satisfacción de sentir que estamos en el rumbo correcto.
Encontrar aquello que nos hace diferentes y podemos hacer bien, es la clave de una marca personal potente que nos permitirá acceder a una posición en la que nuestra pasión real se despierte y, por ende, destaquemos con mejores resultados.
Sin duda, a partir de una estrategia inteligente y efectiva. Me parece útil referir el modelo del ADN planteado por el especialista de marketing personal, Andrés Pérez.
Utilizando la asociación al ADN biológico y su acrónimo, Pérez nos invita a seguir una secuencia lógica que facilita la conceptualización y desarrollo de una marca coherente con nuestros valores y metas, identificando los siguientes pasos:
1.Iniciar el proceso con el análisis de atributos, valores y fortalezas requiere de un ejercicio de autoconciencia y priorización que resulta difícil cuando no contamos con una visión sobre nuestra vida profesional que delimite nuestro campo de interés y acción. En esta etapa es clave identificar competencias blandas y atributos reales que reflejen un auténtico "yo".
2. Diferenciarnos implica decidir qué atributos reales nos acercan al empleo deseado, a la empresa ideal y nos mantiene en la ruta de la trayectoria proyectada.
3. Una vez definidos nuestros atributos diferenciales, es momento de elegir los canales e instrumentos que nos faciliten su promoción; sin perder de vista el segmento al cual nos dirigimos y en el cual tendremos las mayores oportunidades de éxito.
Diferenciarnos implica decidir qué atributos reales nos acercan al empleo deseado, a la empresa ideal y nos mantiene en la ruta de la trayectoria proyectada.
Un gran apoyo para promocionar nuestra marca personal es la construcción, consolidación y mantenimiento de redes sociales, que puede resultar difícil para algunas personas pues se encuentra estrechamente vinculado con el desarrollo de competencias interpersonales aplicadas a la tecnología. En este punto, contar con el consejo de un especialista podría ser de gran ayuda para lograr mayor efectividad.
Cabe mencionar que la marca personal nos posiciona como personas "empleables" en un determinado contexto y tiempo. Nunca será un concepto concluido y, como tal, es necesario revisarlo permanentemente a la luz de nuestro ADN, y asumir la responsabilidad de nuestro presente y futuro profesional más allá de la suerte.
Esa es la única manera de asegurarnos el ser competitivos en un mercado tan cambiante y exigente.
¿Consideras que ya estás en camino de consolidar tu marca personal?
Diferenciarnos implica decidir qué atributos reales nos acercan al empleo deseado, a la empresa ideal y nos mantiene en la ruta de la trayectoria proyectada.
Consultora Senior en Gestión de Personas con más de 20 años de experiencia como ejecutiva en organizaciones locales e internacionales. Fue responsable de la gestión de personas y administración de proyectos de Cooperación Internacional en la Comunidad Andina. Psicóloga, Executive Master of Business Administration en la Universidad San Ignacio de Loyola, Postgrado en Recursos Humanos en la Pontificia Universidad Católica del Perú y Programa Avanzado de Dirección de Empresas en Marketing en ESAN. Consultora y speaker en mejora de procesos y management de recursos humanos.
Aunque muchos profesionales aún piensan que en las redes sociales pueden publicar lo que mejor les parezca, la realidad dice lo contrario. Facebook, Twitter, YouTube, Instagram y LinkedIn son herramientas de posicionamiento. Cada post, tuit, foto o video le dice al mundo quiénes son. De eso podría depender el éxito en su búsqueda de trabajo.
Las oportunidades laborales ya no son tan abundantes como antes, pero siempre habrá ofertas para los que tienen la capacidad de administrar su carrera y entender los cambios en el escenario.