C.K. Prahalad (C de Coimbatore, su pueblo natal y K de Krishnarao) nació en Coimbatore, India. Si vemos imágenes de esta ciudad, fácilmente podríamos creer que estamos en Lima la emergente. C.K. Prahalad fue el noveno de once hijos de un profesor de la ciudad. Sin embargo, cargado de resiliencia, antes de los 20 años, empezó a trabajar en una empresa multinacional y a los 34 años se graduó de PhD en Harvard.
Se hizo muy conocido por su libro "La riqueza en la base de la pirámide", el que escribió consciente de que son más de 4 mil millones de personas que viven en el mundo con un ingreso anual per cápita menor a $ 1,500. Sus doce principios para la innovación y desarrollo de este mercado son realmente remarcables y se pueden leer en muchos sites de la net.
Hace 13 meses falleció CK Prahalad, pero dejó un legado postrero, su libro "La Nueva Era de la Innovación: manejando el valor co-creado a través de las redes de trabajo", donde señala dos temas básicos y que pueden servir de ventaja competitiva a las MYPEs: N=1 y R=G.
Con N=1 (ene mayúscula, no como en las matemáticas que se usa ene minúscula para definir el inicio de una serie) señala que una fuente importante de diferenciación es la personalización, la capacidad de hacer un producto o servicio diferente para cada cliente. Esto es distinto a la "customización", que por ejemplo proclama Dell, donde el usuario selecciona opciones de una serie de menús que se le presentan.
N=1 es más poderoso ya que significa la personalización completa para cada cliente: zapatos hormados como guantes, bebidas con el punto exacto de dulce/ácido, clases de matemática según el avance del alumno, seguros de salud cuya tarifa varía de acuerdo al comportamiento saludable del asegurado, camisas entalladas, camisas con monograma, menú, almuerzos "como a mí me gusta", etc. La lista puede ser infinita y esto no lo pueden hacer las grandes empresas, sólo las pequeñas.
El segundo pilar de la nueva era de la innovación, señala Prahalad, es R=G. Los recursos que se requiere para desarrollar, producir y cocrear un nuevo producto o servicio están disponibles para uno desde cualquier parte del mundo. Anoche, un alumno del programa de emprendedores donde enseño, contó que estaba buscando una máquina extrusora para cereales.
"Viajó" por Internet y encontró en España una máquina ideal, a 1.5 millones de euros. ¡Imposible comprarla! Sin embargo, siguió navegando y detectó en China, equipos casi similares, por 100 mil o 200 mil dólares. 20 a 1 la proporción entre precios.
Pero volviendo al ejemplo de Prahalad, el sistema de clases de matemática por Internet para cualquier estudiante en el mundo está diseñado para seguir un programa de estudio diferente para cada alumno. Uno puede recibir las clases a la hora que quiere, y repetir los temas las veces que quiera.
¿Cómo se resuelve entonces el tema de un profesor siempre disponible cuando lo requiere un alumno? Con una red de profesores por todo el mundo. Cuando algunos duermen, algunos están despiertos. El mundo es la fuente de recursos para este tipo de negocio. Sin duda, más de 3 millones de Mypes en el Perú es un número que asombra, pero pensemos globalmente. En Estados Unidos se crean 500 mil empresas cada mes.
MBA por ESAN. Psicoterapeuta Psicoanalítico con especialización en Group Relations por Tavistock Institute, Reino Unido. Director de la firma consultora CHOPIN - Shopper Unconscious; de Wisetrack Perú (Sistemas de Gestión de Distribución) y VWise del Perú (Trazabilidad con RFID). Ha sido Adjunto a Gerencia General, Gerente de Sistemas y Gerente de Marketing en Cencosud Perú.
A propósito de la crisis de reputación por la que atravesó Gloria hace unas semanas, es preciso citar algunas investigaciones que detallan cómo las más exitosas empresas persiguen la buena experiencia de sus clientes. En algunos puntos clave, la compañía lechera cometió errores.