Por historia, la actividad minera tiene una estrecha relación con el desarrollo, el bienestar y la resiliencia de las naciones. Hoy se encuentra frente a uno de los retos más grandes de su historia: la COVID-19. ¿Qué tan ágil es el sector para adaptarse y transformarse? Las tendencias para este año apuntarían al uso de tecnologías de la información y comunicaciones (TIC), big data y trabajo remoto, acelerados por la pandemia y el escenario que vendrá después de ella.
Expertos y analistas discuten en innumerables webinars y conferencias virtuales sobre la importancia del actual modelo minero responsable y sostenible. Ellos coinciden en que debemos enfrentar el presente mediante la integración de nuevas fuentes tecnológicas como la electromovilidad y las energías renovables. Así, la industria se posicionará entre los más altos estándares sociales, ambientales y de gobernanza que permitirán impulsar la economía, generar empleo y propiciar bienestar en la sociedad.
La minería resiliente ha logrado operar gracias a sus esfuerzos por cumplir los protocolos de seguridad e higiene, modificar jornadas laborales y aprovechar la tecnología disponible, a pesar de la pandemia. Hoy, mientras los contagios avanzan de manera incesante y la llegada de las vacunas se retrasa, los anuncios de reducir operaciones e implementar planes de contingencia obligan a enfrentar nuevos retos que se avecinan.
Las empresas y sindicatos deben incentivar la capacitación de los trabajadores para mejorar su competitividad y permitirles ocupar los nuevos puestos que surjan.
Por ahora, la urgencia se centra en la automatización, la digitalización y la innovación para mitigar el impacto de la pandemia, la necesidad de una minería verde y climática, y la reinvención del modelo. En los últimos años, la incorporación de la tecnología y la innovación se ha concentrado en las operaciones, la productividad, la seguridad y el desarrollo de soluciones a los desafíos ambientales.
La COVID-19 obliga a redefinir la manera en que se realiza la actividad minera hoy. Sin embargo, vale aclarar que el tránsito hacia una minería verde, que produzca minerales de forma sostenible y sustentable no busca solo minimizar la contaminación, sino integrar el concepto y asumir con responsabilidad la mitigación del cambio climático.
El uso intensivo y acelerado de energías renovables no convencionales (ERNC) en el sector presenta ciertos obstáculos, porque los contratos de energía son acuerdos de largo plazo que otorgan poca flexibilidad para incorporar estas ERNC en cualquier momento. Esto obliga a las empresas mineras a esperar hasta el final del acuerdo para introducir otro tipo de tecnología, lo que ocasiona el retraso de su transformación o el reinvento del modelo de negocios.
Sin duda, el capital más preciado en cualquier modelo económico empresarial es el capital humano. Una mayor automatización implica cambios profundos en el mercado laboral y, por tanto, propone el desafío de formar capital humano avanzado y personal especializado, a fin de satisfacer las necesidades reales de las empresas mineras. Las últimas proyecciones del Foro Económico Mundial (WEF) estiman que, en el 2025, aproximadamente el 47 % del trabajo global estará automatizado, frente al 33 % actual.
Esta tendencia producirá una importante disminución del empleo. No obstante, los expertos del WEF también proyectan que se crearán nuevos trabajos en determinadas áreas, como el análisis de datos o la computación en la nube, dos de las nuevas habilidades que serán más demandadas. En la conferencia, el informe de la directora gerente de WEF, Saadia Zahidi destacó que el ritmo de creación de empleos es más rápido que el ritmo de destrucción.
Las empresas y sindicatos deben esforzarse para incentivar que los trabajadores se capaciten, con el fin de mejorar su competitividad y ocupar los nuevos puestos que surjan. El desafío radica en la transformación e innovación mediante el uso de técnicas de gestión humana, que permitan una participación activa de todos los stakeholders para lograr soluciones sostenibles y creativas, así como relaciones integrales con las comunidades, alineados al desarrollo compartido. ¿Ya empezaste este cambio en tu empresa? Cuéntanos tu experiencia.
Las empresas y sindicatos deben incentivar la capacitación de los trabajadores para mejorar su competitividad y permitirles ocupar los nuevos puestos que surjan.
Empresario, Director de Empresas y Consultor de Empresas Mineras. Especialista y consultor Internacional de empresas, posee más de 40 años de experiencia en el sector minero. Estudios de especialización en Comercialización (Trading) de Minerales y Metales Economía Circular por University of Cambridge. Executive MBA por IESE, Barcelona. Participante del Global CEO Program for Latin America por IESE.
La ineficiente gestión de la pandemia de la COVID-19, sumada a la constante incertidumbre política, afectaron la inversión privada en el sector minero. Depende del Estado revertir esta situación en un corto plazo.