Los días previos a Navidad, se incrementan las visitas a los centros comerciales y tiendas por departamentos. Además, se promueven mayores ofertas y se evidencia mayor flujo de consumo en el mercado. Sin embargo, hay aspectos legales que se deben tomar en cuenta para mejorar nuestra experiencia de compras.
Ya vivimos diciembre. Los mercados y los espacios comerciales proyectan un incremento importante de sus ventas. Muchas empresas contratan más personal y diseñan estrategias comerciales para aprovechar al máximo uno de los meses más "calientes" en ventas. El aumento del flujo de personas y de operaciones también incrementa el riesgo de vivir malas experiencias comerciales. Por eso, es importante que comerciantes y consumidores tomen sus precauciones.
Recuerde que toda oferta debe cumplir con los requisitos mínimos establecidos en el Código del Protección al Consumidor. Un error común en estas fechas es no indicar el número de productos bajo la oferta o cometer errores en los precios que se consignan en los letreros ubicados junto a los productos. Es necesario contar con un libro de reclamaciones y atender cada reclamo dentro del plazo establecido, a fin de evitar sanciones posteriores.
Si alguien sufre un incidente delictivo, se recomienda acudir a la Policía para que esta solicite los videos o testimonios al vendedor, quien debe colaborar y asistir al consumidor luego del evento.
Sobre la seguridad de los bienes personales del consumidor, es importante saber que las medidas de seguridad con las que cuentan los comercios suelen ser solo de carácter disuasivo. Su finalidad es evitar que se cometan actos delictivos en el interior de la tienda, registrar el hecho (si es posible) y dar parte a las autoridades correspondientes para la realización de las investigaciones pertinentes, cuando estas sean solicitadas.
En caso de sufrir un incidente delictivo, la recomendación es acudir a la Policía para que esta solicite los videos o testimonios al comerciante, quien debe colaborar y asistir al consumidor luego del evento. Sin perjuicio de ello, es importante mantener el cuidado de los artículos personales en locales públicos, actuando como un consumidor diligente, reduciendo el riesgo de pérdida de estos bienes.
Es importante cumplir con las medidas de seguridad de todas las tiendas. Las áreas comerciales tienen una capacidad máxima de aforo y los comerciantes deben respetar estas condiciones para evitar multas por parte de las municipalidades. En esa línea, si bien el consumidor puede confirmar el aforo de la tienda, sí puede buscar prevenir riesgos. Si observa que las salidas están siendo bloqueadas o existen elementos que deterioren la circulación regular, debe informarlo y evitar acudir a locales que no cumplan estas reglas.
Para el uso de tarjetas de obsequio o gift cards, debe tomarse en cuenta que muchos establecimientos les otorgan un valor de compra, pero no las consideran tarjetas de crédito por lo que no identifican al titular, siendo regularmente solo al portador. Por lo tanto, los beneficios que otorgan no pueden ser utilizados en caso la tarjeta se pierda y no pueda recuperarse, salvo que así lo dispongan las condiciones del producto. ¿Qué otra medida podrías recomendar para una mejor experiencia de compra? Compártenos tu opinión.
Si alguien sufre un incidente delictivo, se recomienda acudir a la Policía para que esta solicite los videos o testimonios al vendedor, quien debe colaborar y asistir al consumidor luego del evento.
Abogado por la PUCP y Máster en Derecho Comercial e Internacional por la Universidad de Buckingham. Actualmente, es Consejero Comercial de New Zealand Trade & Enterprise y Director Ejecutivo de su propio estudio. Con experiencia en PwC Perú, y en Londres, se especializa en derecho societario y comercial. Profesor en ESAN y autor de un libro sobre inversión extranjera y derecho empresarial. Ha sido distinguido como Caballero de la Orden del Camino de Santiago.
El corporate compliance permite a las empresas identificar riesgos operativos y legales, y gestionarlos de manera oportuna. Sin embargo, para su óptimo funcionamiento es necesario implementar estos protocolos con antelación, sin esperar a que ocurra un problema.
El incumplimiento de las obligaciones establecidas por la normativa que en nuestro país regula la atribución de responsabilidades administrativas de las personas jurídicas puede conllevar a la disolución de la empresa. El impacto de esta sanción puede afectar incluso a proveedores y terceros ajenos a las actividades empresariales.
Ser una sociedad irregular trae consecuencias vinculantes para los individuos que actúan como representantes, a pesar de que muchas de las causales de disolución de sociedades establecidas en la norma, no tienen relación directa y en muchos casos no son conocidas por los apoderados.