Para un país con abundantes recursos para el desarrollo de proyectos hidroeléctricos contar con generación proveniente de mini centrales, biomasa, eólica, fotovoltaica, etc., constituye una ventaja adicional frente a la incertidumbre creada por los efectos del cambio climático. Sin embargo, afirmar que en el Perú este crecimiento puede ser exponencial y que depende casi exclusivamente de una decisión política carece de todo fundamento.
Un planteamiento serio del problema debe empezar por reconocer el mayor costo de las energías renovables a pesar de la importante reducción en el costo de los equipos. En un país como el nuestro, con abundantes reservas de gas y enorme potencial hidroeléctrico, resulta difícil que las energías renovables puedan desarrollarse sin un apoyo explícito de políticas públicas orientadas a permitir su crecimiento.
Un estudio conjunto de la CEPAL y la GTZ realizado en 2002 evaluó el potencial en América Latina e identificó las principales barreras para incrementar la penetración de las energías renovables. Entre estas identificó las siguientes:
No es el propósito de esta nota comentar el impacto de cada una de estas barreras sino destacar que, habiendo transcurrido casi diez años desde que se publicó el estudio y luego de múltiples expresiones de apoyo por parte de los gobiernos, las energías renovables enfrentan los mismos problemas que limitan su crecimiento.
En nuestro país se ha adoptado una política bastante realista respecto al desarrollo de las energías renovables. En primer lugar, se ha establecido como objetivo que estas en conjunto representen el 5% del total de la generación.
Como instrumento principal para estimular el desarrollo de proyectos se han establecido subastas donde las tecnologías compiten entre sí a fin de identificar proyectos que generen electricidad por debajo de ciertos parámetros establecidos por el organismo regulador. Los proyectos seleccionados reciben contratos de compra de la energía que producirán por un período de quince anos.
En esencia, uno de los riesgos mayores que enfrentan estos proyectos: el riesgo comercial (¿a quién le vendo la energía y a qué precio?) queda atenuado o desparece. Falta mucho por hacer en cuanto al financiamiento. Sin embargo, a pesar de esa deficiencia existe un conjunto de proyectos en etapa de instalación y a partir del próximo año tendremos nuevos aportes a la matriz energética con energías renovables.
Como en todo hay quienes dicen que vamos muy lento, que la meta del 5% es demasiado conservadora y que deberíamos elevarla al 15% o 20% pues recursos renovables existen en abundancia.
La firma de consultoría de la que formo parte, conjuntamente con otras consultoras nacionales y extranjeras estamos realizando un estudio sobre la nueva matriz energética.
De acuerdo a estimaciones preliminares hemos calculado que para pasar la meta del 5% de energías renovables al 15% en el 2040 la inversión adicional requerida será de doce mil millones de dólares y si la queremos llevar a 20% se requerirá diecisiete mil millones de dólares de inversión pública o privada. ¿Podremos movilizar esa cantidad de recursos?
No basta con pregonar las bondades de las energías renovables. Hay que adoptar una política, asegurar los recursos y adecuar progresivamente el marco regulatorio. No tomemos en serio a aquellos que ofrecen miles de "megas" instalados en cada tecnología para los próximos años. Eso simplemente no es posible ni resulta lo más conveniente para el futuro energético del país.
¿Considera usted que en Perú se tiene una clara política respecto al desarrollo de las energías renovables?