La competitividad es algo que tiene que ver directamente con la infraestructura. Si nosotros tuviésemos mejor infraestructura podríamos transportar mejor nuestros productos y podríamos dar más oportunidades a la gente que vive en las zonas rurales. En ese sentido creo que todavía tenemos una tarea pendiente. Necesitamos inversiones en carreteras, puertos, aeropuertos, electrificación, etc.
El Perú se ha integrado más al mundo a través de los Tratados de Libre Comercio y ahora debemos llegar a los mercados en la forma más eficiente y competitiva posible. Y para eso, insisto, debemos integrar al país con infraestructura. Recordemos que los países más competitivos son los que tienen mejor infraestructura.
Hemos obtenido grado de inversión, lo cual es muy bueno pero insuficiente porque el país tiene que seguir creciendo y volverse más competitivo. Es un círculo virtuoso: llegamos a calificaciones más altas y necesitamos ser más competitivos.
En términos de recursos humanos se está avanzando pero todavía es insuficiente. La educación es una de las tantas cosas que debemos impulsar con toda energía.
Otro tema es la informalidad, que alcanza el 60% de la economía peruana. Cuando en un país el 40% de la economía es el que paga impuestos y el otro 60% no lo hace, tenemos un serio problema. Hay que trabajar en formalizar la economía. No debemos ser pasivos ante este problema.
Las microfinancieras son muy importantes para contribuir a la formalización de las empresas. Entiendo que somos uno de los países con menos bancarización en América Latina. Y eso sucede porque somos mayoritariamente informales. Y la informalidad es una traba para el desarrollo. Es una traba que nos impide contar con más infraestructura y por tanto nos impide ser más competitivos.
El hecho que haya conferencias como la que está organizando ESAN contribuye a que seamos conscientes de la necesidad de impulsar la formalidad, de ser más competitivos, de tener más estabilidad jurídica.
Debemos seguir creciendo y dar más oportunidades a la gente. Hay que lograr que los muchachos inteligentes y con deseos de superación se queden en el país, cosa que está sucediendo cada vez más.
Me ha tocado, con mucho gusto, dar charlas en la Escuela de Negocios de Harvard, en el London Business School y en la Universidad de Columbia. Y los estudiantes peruanos que están ahí todos quieren regresar al Perú, lo cual me satisface enormemente. Y el hecho que inviten peruanos a dictar conferencias también es un buen síntoma.
El mundo se ha reducido. Los países competimos unos con otros. Y para eso necesitamos producir con costos más bajos, vale decir con menos burocracia y mejor infraestructura, entre otras cosas.
Cuando me jubile me gustaría dictar clases en universidades. Es extraordinario hablar a los jóvenes. Y no es solamente que uno da, sino también aprende. Porque los jóvenes, que son más atrevidos, preguntan de todo y en el diálogo se aprende. Sinceramente, me encanta. Y espero que se dé el día de la presentación de Paul Krugman.
¿Cuáles son sus expectativas respecto de la conferencia que dictará Paul Krugman?