Las decisiones que toman los directores o gerentes parten de ciertos paradigmas empresariales, principalmente de Porter, los que enfatizan el posicionamiento de la empresa dentro de una industria, de tal modo que se logre la ventaja competitiva (si son empresas) o la ventaja comparativa (si son países). Este enfoque tiene un componente orientado con mayor peso al exterior de la empresa; es decir, el análisis del entorno externo marca las prioridades.
Sin embargo, nuevos enfoques basados en recursos orientan y privilegian el análisis de la empresa en el entorno interno, pues evalúan todos los recursos disponibles de la organización para determinar la ventaja competitiva. Cabe destacar, entre otros, a Penrose, Hamel y Prahalad, quienes marcaron las "core competences" o competencias diferenciales.
Esto amplía el enfoque de análisis permitiendo que no solo los recursos financieros sean parte de las decisiones, sino también los recursos físicos, humanos, logísticos, de imagen, de cultura, organizacionales, etc. El valor de los intangibles cobra una presencia relevante.
Tomando en consideración la revisión de lo escrito por otros autores previamente sobre este tema, se puede considerar tres enfoques principales para la medición del impacto de los recursos humanos en el rendimiento financiero de la empresa.
En primer lugar, la medición de la correlación entre las prácticas de recursos humanos con los resultados financieros de varias empresas a través de estudios de investigación; en segundo lugar, la medición de la contribución a la empresa de los recursos humanos a nivel de unidad de negocios o en un menor grado de programas específicos para tal fin; y en tercer y último lugar, la medición del impacto de los recursos humanos a través de indicadores de productividad y generación de valor.
Cabe destacar los resultados de las encuestas aplicadas en miles de empresas en los últimos tiempos por Price WaterhouseCoopers (PWC), Deloitte & Touche y Watson Wyatt, que cuentan con evidencia relevante para demostrar que el impacto de los recursos humanos es positivo en la empresa.
Esto nos lleva a una premisa de operación en las organizaciones, teniendo en cuenta que si el objetivo de toda empresa es maximizar resultados financieros, la prioridad debe redundar en el enfoque en los recursos humanos.
En su opinión, ¿las empresas peruanas basan sus decisiones solamente en sus recursos financieros?
Doctora en Ciencias Económicas (Ph.D. in Economics) - WHU - Otto Beisheim Graduate School of Management, Koblenz, Alemania. Magíster en Administración - ESAN, Lima, Perú. Ingeniera Industrial - Universidad de Lima, Lima, Perú. Profesora de Liderazgo y Comportamiento Organizacional (MBA y Maestrías Funcionales). Profesora de Gerencia Estratégica (MBA y Maestrías Funcionales). Miembro del Área Académica de Administración. Actualmente es decana de ESAN Graduate School of Business.
A pesar de que las universidades registran más mujeres matriculadas que hombres, la presencia femenina en el mercado laboral aún es menor, debido a muchos factores socioeconómicos que debemos analizar.
Si una empresa desea tener éxito, debe desarrollar un comportamiento organizacional que le permita lograr un buen funcionamiento en todos los niveles de su escala jerárquica. ¿Por dónde empezar este proceso?
La dirección estratégica facilita el logro de metas y los procesos de cambio en las organizaciones. Para ello, es importante analizar a fondo las propias fortalezas y debilidades, pero también diversos factores del entorno.