La brecha de género es un problema que urge resolver en el mercado laboral peruano. Si bien en nuestro país se registran más mujeres matriculadas en universidades (632 632) que hombres (597 598), la presencia femenina en actividades laborales aún es inferior que la masculina. En ese sentido, de los 794 642 peruanos en edad de trabajar que estaban desempleados en el 2023, el 55.3 % eran mujeres. Así lo reveló un análisis de EC Data, publicado a inicio de año y basado en cifras del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE) y el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
La disparidad entre la cantidad de mujeres matriculadas en las universidades y la mayor tasa de desempleo entre las mujeres profesionales, en comparación con los hombres, puede explicarse por diversos factores. Es importante considerar que la educación universitaria solo constituye una parte del camino hacia la obtención de un empleo y que existen otros factores socioeconómicos y laborales que también influyen en la empleabilidad:
Además de las problemáticas mencionadas, existe un aspecto vinculado a la oferta y demanda laboral y al que debemos prestar más atención. Existen carreras (sobre todo vinculadas con ingeniería y tecnología), especialidades (finanzas, dirección de tecnologías de la información o logística) y sectores (agronegocios, ciberseguridad, energía o minería) con grandes oportunidades de desarrollo que aún no son exploradas, en una mayor medida, por mujeres.
Pongamos como ejemplo el universo de ESAN. Del total de población estudiantil en pregrado, el 51.81 % son mujeres. No obstante, aún existen grandes brechas en el número de estudiantes en carreras con gran demanda laboral en el mercado, como Ingeniería de Tecnologías de Información y Sistemas, donde apenas el 18.14 % son mujeres. En posgrado, un campo en pleno auge como la ciberseguridad tiene apenas un 9 % de participación femenina a nivel de maestrías. Un escenario similar ocurre con Energía, donde solo el 10.6 % de estudiantes son mujeres.
Uno de los principales retos para potenciar la inserción laboral femenina y reducir la brecha de género en las empresas e instituciones peruanas radica en incentivar más la demanda de las mujeres por estudiar carreras de pregrado y programas de posgrado centrados en campos con alta demanda y escasa oferta de profesionales debidamente capacitados. Es aquí donde las instituciones educativas deben cumplir un rol más activo, tanto en materia de difusión como en creación de espacios que permitan conocer más sobre las oportunidades que brindan estas líneas de desarrollo profesional.
En el contexto peruano, es importante que las instituciones de educación superior contribuyan con la inserción de las mujeres en el mundo empresarial desde una perspectiva de equidad de género y bajo estas líneas de acción:
La participación activa y equitativa de las mujeres es esencial para construir una sociedad más justa y desarrollar un liderazgo más completo y diverso. Al ofrecerles oportunidades igualitarias y apoyo en su formación empresarial, las instituciones de educación superior no solo empoderan a sus estudiantes, sino que también contribuyen al desarrollo sostenible y al éxito económico del país. ¿Qué otras acciones consideras necesarias? Déjanos tu opinión.
La participación activa y equitativa de las mujeres es esencial para construir una sociedad más justa y desarrollar un liderazgo más completo y diverso.
Doctora en Ciencias Económicas (Ph.D. in Economics) - WHU - Otto Beisheim Graduate School of Management, Koblenz, Alemania. Magíster en Administración - ESAN, Lima, Perú. Ingeniera Industrial - Universidad de Lima, Lima, Perú. Profesora de Liderazgo y Comportamiento Organizacional (MBA y Maestrías Funcionales). Profesora de Gerencia Estratégica (MBA y Maestrías Funcionales). Miembro del Área Académica de Administración. Actualmente es decana de ESAN Graduate School of Business.
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