En mi anterior período al frente de Confiep me tocó enfrentar un momento dramático de la historia peruana. Eran los últimos años del segundo gobierno de Alberto Fujimori. Un fenómeno de El Niño intenso y la crisis rusa fueron dos factores, uno interno y otro externo, que contribuyeron entonces a una situación económica complicada. El año 1998 terminó con una caída de la producción de -0.4%; luego en 1999 se registró un crecimiento de apenas 1.5% seguido de una expansión de 2.7% en el 2000 pero luego habría un incremento de apenas 0.6% en el 2001.
Pero la coyuntura más dramática fue la caída del gobierno de Fujimori. Como presidente de Confiep participé en la Mesa de Diálogo de la OEA, instancia que tuvo un papel destacado en el proceso de darle gobernabilidad al país en tiempos muy difíciles. Se crearon comisiones de trabajo y me tocó presidir la comisión que repuso a los tres vocales que el gobierno de Fujimori había defenestrado del Tribunal Constitucional.
En dicha comisión participó nada menos que el Dr. Valentín Paniagua, quien luego fuera presidente de la República elegido por el Congreso. Nuestra recomendación fue reintegrar a los magistrados al TC, lo cual se hizo. Esa fue una contribución concreta de Confiep a la gobernabilidad del país.
Los gremios empresariales debemos contribuir con la generación de optimismo, que lamentablemente vemos ha decaído un tanto en el país.
La situación del Perú de hoy no es tan dramática como en aquel entonces pero tampoco faltan los problemas: las denuncias de actos de corrupción, los desastres naturales, la inseguridad ciudadana, etc. El sector privado y la Confiep al frente debemos acompañar al gobierno para salir de estos problemas.
El gremio de gremios debe enfocarse en contribuir a generar el mejor ambiente para la inversión, mantener el diálogo con nuestros gobernantes de tal manera que las medidas que tomen sean las más adecuadas. En ese sentido veo con mucha preocupación la desaceleración de la industria manufacturera. Algo hay que hacer al respecto. El sector minero tiene problemas de índole social que debemos contribuir a resolverlos también. Y por supuesto hay que encontrar soluciones a los dos males endémicos que son el centralismo y la informalidad. Creo que son aspectos fundamentales que deberíamos contribuir a mejorar.
También hay temas de largo plazo que nos preocupan como la pobreza y la inclusión de las mujeres en la vida laboral y social. Estos temas los mencioné hace unos días en mi discurso al asumir la presidencia de Confiep.
Los gremios empresariales debemos contribuir con la generación de optimismo, que lamentablemente vemos ha decaído un tanto en el país. Son tres años consecutivos de contracción de la inversión privada. Se ha registrado en enero un crecimiento por encima de lo esperado, pero siguen cayendo la inversión privada y el consumo. El gobierno ha tomado medidas de estímulo fiscal y considero que todo paso que se dé para promover la generación de empleo y el crecimiento económico está en el camino correcto. Sin embargo, el sector privado necesita dar su cuota. No podemos pedirle todo al gobierno. Y como hace 17 años seguimos al pie del cañón para darle gobernabilidad al Perú.
¿Cuál cree usted que será el papel que desempeñen los empresarios y la Confiep en la reactivación de la economía peruana?
Los gremios empresariales debemos contribuir con la generación de optimismo, que lamentablemente vemos ha decaído un tanto en el país.